El Ayuntamiento de Torremolinos ha anunciado que ya tiene preparada la propuesta de modificación de la Ordenanza nº 50 de Protección de los Animales que permitirá la implantación en el municipio del método CES (captura, esterilización y suelta) de control de colonias de gatos ferales, y que se llevará al pleno del mes de febrero para su aprobación.
Así, el portal de Transparencia ya cuenta con la propuesta de modificación de la ordenanza, que integra las propuestas, informes y opiniones de los integrantes del Consejo Local de Medio Ambiente, Sanidad y Protección de los Animales.
Según fuentes municipales, una vez aprobada, el Ayuntamiento promoverá convenios y ayudas a proyectos de asociaciones legalmente constituidas cuya finalidad sea la defensa y protección de los animales, dentro del Plan Estratégico de Subvenciones. “Esta medida plantea alternativas a la eutanasia de gatos ferales, a fin de mantener controlada a la población felina y ejercer cierta vigilancia y supervisión”, detallan.
Visión de los animalistas
El consistorio anunció esta medida el pasado viernes, un día antes de la concentración organizada por el Partido Animalista de Torremolinos y al que, según fuentes, consultadas, acudieron cerca de 200 personas. “Todo un éxito, pero, a título personal, considero que mucha gente de Torremolinos no nos acompañó porque pensaron que todo estaba hecho”, ha explicado Mar Peña, presidenta del Partido Animalista en Torremolinos.
Asimismo, ha detallado que estudiarán el documento a lo largo de estos días, ya que “hay algunas cosas que se contradicen”. En este caso, Mar se refiere a que en el Proyecto de Modificación de la Ordenanza se recoge que “Cuando la normativa estatal y/o autonómica lo permita, se regulará la autorización de colonias estatales de gatos ferales (gato doméstico que se adapta al entorno urbano y sobrevive por sí mismo)”. Según la presidenta, esta afirmación cae en una contradicción porque “existe un vacío legal, ya que dependen de los municipios que existan las colonias de gatos siempre y cuando no constituyan un foco de insalubridad, es decir, que la cuidadora, debidamente acreditada, le ponga el pienso (nunca comida humana) y el agua en un recipiente y lo retire cuando el animal haya acabado”, cuenta.
Asimismo, afirma que es una falsa creencia el que, al desaparecer los gatos, desaparecen las colonias. "Está más que demostrado que, cuando los gatos se van de un lugar, llegan nuevos a colonizarlos; es lo que los ecólogos llaman nicho vacío. Además, cuando desaparecen los gatos de las colonias, se llenan de ratones y, como consecuencia, llegan más gatos. Lo más adecuado es esterilizarlos, pero no practicar con ellos la eutanasia", afirma.
“Lo que buscamos los animalistas es que, tras la esterilización, se reduzcan las colonias de gatos de forma progresiva y que ambas partes, tanto los que queremos a los gatos en las calles, como los que no, que también están en todo su derecho, estén contentas”, concluye.