El psiquiatra español, afincado en Nueva York, Luis Rojas Marcos cree que es fundamental que España tenga un plan frente al suicidio, como lo tiene Estados Unidos, porque se pueden prevenir muchos casos si se identifican las personas que piensan quitarse la vida.
Esta es la petición que, en declaraciones a Efe, hace Rojas Marcos, director del Grupo de Médicos Afiliados de Nueva York, profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York y exdirector del sistema hospitalario de la Gran Manzana.
Rojas Marcos cree que necesario que la sociedad invierta en prevenir el suicidio, porque cuando ocurre "no hay vuelta atrás, una vez que te has ido, como decía mi abuelo, nadie ha venido a contarme lo que paso después en el otro mundo".
Por eso valora que el Ministerio de Sanidad, a propuesta de la Confederación de Salud Mental de España, quiera poner en marcha un teléfono público y gratuito para prevenir el suicidio del mismo tipo que el 016, que atiende a las víctimas de violencia de género las 24 horas del día.
"Es importante que una persona deprimida o desesperada o angustiada pueda llamar y conectar con otro ser humano que es lo que hace salir de las situaciones", comenta.
En psiquiatría, el suicidio va muy unido a la depresión, una enfermedad -dice Rojas Marcos- "terrible porque te roba la esperanza, y sin esperanza no se puede vivir, y por eso hay que prestar mucha atención al suicidio como consecuencia de una enfermedad".
"Hay que evitar por todos los medios que las personas que sufran depresión se quiten la vida -insiste el psiquiatra- porque la depresión se trata y la persona que la sufre es porque no le funcionan neurotransmisores, como la serotonina o la dopamina".
De ahí en que insista en la importancia de desarrollar programas de prevención y de detección, y sobre todo también en el entorno de los jóvenes que consumen drogas y en personas que toman medicinas para el dolor.
Según el especialista, cada día es más frecuente el suicidio entre jóvenes sobre todo ocasionado por el uso de opiáceos o medicaciones por el dolor. La incidencia es muy alta en Estados Unidos: "allí ya hablamos de entre 30.000 y 40.000 jóvenes que perdieron la vida en un acto de suicidio".
Pero hay que separar entre esos actos de suicidios al joven que toma esas medicinas porque está desesperado y no quiere vivir más al no tener esperanza, del joven que toma esa medicina para sentirse mejor, pero que comete el error de tomar más de la que puede tolerar. "Esos son suicidios por equivocación que para mi tienen todavía incluso más incongruencia", apunta el psiquiatra.
"Una cosa es llegar al final porque has decidido y es algo que no puedes evitar, ni prevenir y otra es que te vayas al otro mundo por error porque te equivocaste y en vez de tomarte 2 miligramos te tomaste 200", insiste.
Rojas Marcos también se ha referido a unas declaraciones que hizo hace ya años en las que afirmaba que el día que no disfrutara de la vida más se iría de este mundo "sin llamar la atención".
¿Qué quiso decir con esto?. "Que el día que no le saque ningún aspecto positivo a la vida, el día que no tenga compañeros, no tenga ilusión, no tenga esa esperanza que es tan fundamental y no esté deprimido, porque si lo estoy iré al psiquiatra para que me cure la depresión, ese día que llegue a esa conclusión yo me iré de este mundo por mi cuenta para también dejar un buen recuerdo", argumenta.
¿Mantendría pues la afirmación? "Sí, pero matizada, porque me iría siempre y cuando no sea una enfermedad, porque si no se podría curar".
¿Cree que hay muchos mitos sobre el suicidio? ¿Los medios de comunicación deben hablar del suicidio? "Hablar en general de por qué las personas se suicidan es importante porque da información a los padres, la sociedad, a los trabajadores de la docencia que tratan con otras personas, sean jóvenes o mayores.