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Desmantelado en Cartagena un grupo criminal dedicado al tráfico internacional de drogas

Traficaban con todo tipo de drogas que introducían en la península, la ocultaban en Francia y la comercializaban en Italia

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La Guardia Civil y el Arma de Carabinieri de Italia, en el marco de la operación 'Teodosio-Picoteo' dirigida a perseguir el tráfico de drogas a nivel internacional, han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de droga radicada en Cartagena (Murcia) y con proyección tanto en España como en Francia e Italia.

   Se ha detenido a los diez integrantes de la red a los que se les imputa los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas, según han informado fuentes de la Benemérita.

   La operación se inició cuando la Guardia Civil obtuvo indicios de que un grupo de traficantes murcianos, liderado por un histórico conocido como 'el Gasolinas', tramaba realizar operaciones de compra-venta de drogas con conexiones en Madrid y Galicia.


   Los investigadores comenzaron a obtener datos e informaciones que constataban que el líder de la red había elevado su actividad criminal y había creado en su entorno un grupo de colaboradores e incondicionales que, bajo su batuta, organizaban, afrontaban y culminaban operaciones de tráfico de droga con origen y final en varias regiones españolas, como Murcia, Valencia, Madrid y Galicia.

   El grupo contaba con una sólida y bien estructurada jerarquía, bajo el férreo control de su líder y de su lugarteniente, una mujer de nacionalidad colombiana con la que mantenían estrechos vínculos desde hacía varios años. En un escalón no muy inferior se encontraba el hijo del jefe y otro conocido de las fuerzas de seguridad, por su presunta actividad criminal en el Puerto de Mazarrón (Murcia). Todos ellos además contaban con la ayuda de un ciudadano venezolano con antecedentes por tráfico de drogas y actualmente asentado en Italia.

   En otro nivel más inferior se encontraban los denominados 'soldados', que se encargaban del transporte y custodia de la droga.
La red llevaban a cabo la actividad delictiva adoptando elevadas medidas de seguridad para evitar ser descubiertos, como el uso de medios de camuflaje para ocultar la droga, empleaban un lenguaje convenido para no llamar la atención y se valían de armas para elevar su grado de seguridad ante el posible asalto de otras redes o la actuación de las fuerzas de seguridad.

PROYECCIÓN INTERNACIONAL

   En el transcurso de la investigación, la Guardia Civil detectó un salto cualitativo en el tejido criminal desarrollado por el grupo al constatar que la organización no solo operaba en España, sino que sus actividades tenían proyección internacional. Se tuvo conocimiento de que el líder, junto con uno de sus hombres de confianza, estaba planificando una macrooperación de venta de hachís desde Francia en la que se barajaban varios destinos europeos, como Alemania, Inglaterra e Italia.

   Con estos últimos indicios, la Guardia Civil acudió a la cooperación policial internacional establecida en el marco de la Unión Europea para, por medio de sus cauces internos de colaboración, contactar con autoridades policiales de Francia e Italia con la finalidad de establecer los apoyos precisos para seguir de cerca y averiguar los movimientos de los investigados en los respectivos países donde iban a desplegar su actividad criminal, han añadido las mismas fuentes.

   Esta colaboración sirvió para centrar a los investigados en Rouen (Francia), lugar donde ocultaban una importante cantidad de hachís, así como los contactos que los mismos, a través del integrante de la red en Italia, mantenían con potenciales compradores de Italia, Bélgica, Inglaterra y Alemania.

   Finalmente, la macrooperación planificada se concretó directamente en Italia, donde un colaborador de la red en el país transalpino les había buscado compradores. Tras tener conocimiento de este hecho, la Guardia Civil se coordinó con el Arma de Carabinieri para seguir los pasos, movimientos y contactos de los presuntos criminales desde su llegada a Italia, así como de tres italianos que resultaron ser los compradores finales de unos 300 kilos de hachís, que la organización ocultaba en la Normandía francesa.

   Bajo la supervisión de los investigadores, la operación de droga se materializó con el traslado de la droga desde Rouen (Francia) hasta las proximidades de Roma (Italia), donde los Carabinieri intervinieron el hachís y detuvieron a dos de los ciudadanos italianos receptores, que la ocultaban en una casa de campo.

   Tras coordinar las investigaciones policiales con la intervención judicial de autoridades de ambos países, canalizadas a través de EUROJUST, durante el pasado mes de noviembre se ha desarrollado la fase de explotación de la operación, orientada a detener a los miembros del grupo criminal que aún estaban en libertad, así como a desmantelar la infraestructura de la red en España e Italia.

REGISTRO, EFECTOS INCAUTADOS Y DETENIDOS

   Se han llevado a cabo simultáneamente nueve registros en inmuebles de las localidades murcianas de Cartagena (4) y Mazarrón (3), Tarrasa (Barcelona) y Civitavecchia-Roma (Italia), donde se han incautado seis vehículos de gama alta, 30.000 euros en metálico, material informático, teléfonos móviles, documentación relacionada con el tráfico de drogas, una pistola, un revolver, un subfusil, abundante cartuchería metálica y munición de fuego real.

   Asimismo se han bloqueado 250.000 euros que se encontraban en varias cuentas bancarias y que presuntamente proceden de beneficios de la actividad ilícita desarrollada.

   Además de los dos ciudadanos detenidos inicialmente en Italia, durante la fase de explotación se ha detenido a ocho personas más como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas.

   Los arrestados, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes. La operación ha sido dirigida inicialmente por el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago de Compostela (La Coruña) y posteriormente por el Juzgado de Instrucción número 4 de Cartagena (Murcia), junto con las autoridades judiciales italianas y coordinada por EUROJUST.

   La operación ha sido desarrollada por los Equipos de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Murcia y La Coruña, la Gendarmería y Aduana francesa y el Arma de Carabinieri de Italia.

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