La juez de Primera Instancia e Instrucción número tres de Utrera ha dictado un auto en el que acuerda continuar por los trámites del procedimiento abreviado las diligencias incoadas contra el expapa de la Iglesia palmariana de El Palmar de Troya, Ginés Hernández, su pareja y un sacerdote de la mencionada congregación religiosa, por los hechos acontecidos el pasado 10 de junio en la basílica de la misma, donde el antiguo jefe de la orden y su compañera sentimental habrían intentado perpetrar un robo que acabó en una reyerta en la que participó un sacerdote también investigado en la causa.
En un auto fechado el 13 de noviembre y recogido por Europa Press, la juez instructora detalla que la madrugada del pasado 10 de junio, Ginés Hernández y su pareja, cuya identidad responde a las iniciales N.A.T.G. accedieron a las instalaciones de la Iglesia Cristiana Palmariana superando el muro perimetral "con ayuda de una escalera telescópica".
No obstante, no fue hasta las 16,30 o las 17,00 horas de aquella jornada cuando "entraron a las dependencias que sirven para la imprenta y habitaciones de los superiores, ataviados enteramente de negro, cubierto el rostro con un pasamontañas negro y sendas máscaras de payaso", "con la intención de sustraer pertenencias" de Ginés Hernández "que se encontraban en el lugar y el dinero proveniente de la recaudación de la orden, sin que, finalmente, alcanzaran su objetivo".
Y es que según el relato de la juez, sobre las 18,00 horas fueron sorprendidos por el sacerdote que también está siendo investigado por estos hechos. Al ser descubiertos, el expapa de la congregación "esgrimió la navaja que portaba" contra el sacerdote, iniciando ambos un forcejeo en el que Ginés Hernández "alcanzó a pinchar" al sacerdote, identificado como A.R.M.G., mientras su mujer golpeaba a éste con un martillo de la imprenta.
Sin embargo, el sacerdote habría logrado arrebatar la navaja al expapa y alcanzó con ella a la mujer de éste, toda vez que entonces se personaron varios de los residentes de la basílica y Ginés Hernández y su pareja "se abalanzaron" sobre uno de ellos, una "contienda" en el marco de la cual el sacerdote investigado rescató la navaja, entonces en el suelo, y se la clavó al expapa.
Dados los hechos, la juez instructora considera que el expapa y su pareja podrían haber cometido dos presuntos delitos de lesiones y un delito de robo con violencia con las agravantes de casa habitada o establecimiento abierto al público, uso de arma y de disfraz, mientras que también atribuye indiciariamente dos presuntos delitos de lesiones al sacerdote investigado.
La juez, en esta resolución, acuerda dar traslado a la Fiscalía y a las acusaciones particulares personadas para que, en el plazo común de diez días, formulen escrito de acusación, solicitando la apertura de juicio oral en la forma prescrita por la Ley o bien el sobreseimiento de la causa, todo ello sin perjuicio de que puedan solicitar excepcionalmente la práctica de las diligencias complementarias que consideren "imprescindibles" para formular la acusación.
Además, la juez acuerda mantener la medida de prisión provisional adoptada en su día respecto a Ginés Hernández, el único de los tres investigados que se encuentra actualmente encarcelado por estos hechos y que había recurrido la resolución dictada por la instructora.