El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), se ha trasladado este domingo a Roma en representación del Ayuntamiento para asistir a la ceremonia de canonización de la beata Madre María Purísima de la Cruz, que ha oficiado el Papa Francisco, ocasión que ha aprovechado para elogiar el "enorme trabajo social" de las Hermanas de la Cruz, congregación de la que la nueva santa fue su sexta superiora general.
En declaraciones difundidas por el Ayuntamiento, el alcalde ha definido como "un honor representar a la ciudad de Sevilla como alcalde en la ceremonia de canonización de María de la Purísima de la Cruz como reconocimiento, sin duda, de todos los sevillanos al enorme trabajo social que desarrollan las Hermanas de la Cruz, siempre al lado de los que más lo necesitan, de las personas que tienen más dificultades, de las personas con problemas de salud y de todo tipo".
En esa línea, ha querido "reconocer el trabajo que desarrollan", y, por eso, según ha insistido, "estar hoy aquí en Roma es un honor y una satisfacción". "Sé que recojo, además, el sentir de todos los sevillanos que no pueden estar hoy aquí, pero sin duda están con ella porque ella cada día está con nosotros, al igual que todas las Hermanas de la Cruz", ha abundado.
En la ceremonia de canonización, el Papa ha destacado que Santa María de la Purísima de la Cruz "vivió personalmente con gran humildad el servicio a los últimos con atención particular a los pobres y enfermos". Además, ha expresado que "su gloria no está en la ambición o sed de dominio, sino en el amor a los hombres, en acompañar con ternura infinita su atormentado camino".
La Madre María de la Purísima de la Cruz es la segunda monja de este instituto en subir a los altares, junto con la fundadora sor Ángela de la Cruz. Además, se trata de la canonización más rápida después de la de San Juan Pablo II.
Esta santa contemporánea murió en Sevilla el 31 de octubre de 1998 y fue beatificada en 2010 en el Estadio Olímpico de la ciudad andaluza. El capuchino fray Alfonso Ramírez Peralbo es el postulador general de la Causa de Madre María de la Purísima. Tras años de investigación por parte de la Congregación para los Santos, concluyó que Francisco José Carretero Díaz, 'Carre', armao de la Macarena, fue curado gracias a la intercesión de María Purísima de la Cruz después de permanecer doce días en coma. El Papa aprobó este segundo milagro necesario para su exaltación a los altares.