Monseñor Carlos Amigo Vallejo, cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, ha dicho que "es lógico" que no le resulten "indiferentes" problemas como el de la Corrala Utopía después de 28 años en Sevilla y porque conoce "el problema de vivienda" en esta ciudad, pero reconoce que "lo que más le duele es que se aprovechan estas ocasiones para tirarse piedrecitas unos a otros y no unirse para solucionar problemas que nos afectan a todos".
En una entrevista a Canal Sur Televisión recogida por Europa Press, añade que "esto si le causa desasosiego", toda vez que afirma que "el día en que los partidos políticos y las fuerzas sociales se unan y miren a las personas a las que hay que ayudar, ese día se habrá dado un paso enorme". Pero, continúa, en temas como el de la Corrala y otros parecidos "no podemos caer en el derrotismo de pensar que todas las personas son corruptas y que miran sus intereses", porque "sigo confiando en que las personas tienen un gran fondo de bondad".
Preguntado por su opinión sobre el hecho de que los vecinos de la Corrala se metieran en la Catedral de Sevilla y también de allí fueran desalojados, Amigo Vallejo ha dicho que "una cosa es que fueran desalojados y otra que se cerraran las puertas cuando venían". En este sentido, ha dicho que "encerrarse en la Catedral para reivindicar unos derechos, indica un fracaso muy grande de los comités de empresa, de los sindicatos, de los parlamentos" y añade que cuando estas personas llegaban allí "siempre les convencía de que sería mucho más eficaz que abrieran las puertas estas instituciones".