Andrés Castrín aterrizó en la capital de Andalucía el pasado mercado estival. Procedente del Lugo y costando entre dos y tres millones de euros, el central de Riotorto aceptó la oferta del Sevilla Fútbol Club para jugar en su filial con contrato hasta 2027.
Tras unos meses frenéticos donde se ha erigido como titular indiscutible para Jesús Galván, Xavi García Pimienta decidió darle la alternativa la semana pasada en Copa del Rey. Disputando los 90 minutos del partido que enfrentó a los blanquirrojos con la UE Olot, Castrín se mostró seguro pese a los nervios propios de un debutante.
Así lo reflejó el pasado lunes en los medios oficiales del cuadro nervionense, reconociendo que no podía “negar esos nervios del principio, pero luego es concentración”, aunque considera que “lo más importante en esos momentos siempre es mantener la calma, estar concentrado y dar tu mejor versión”.
Consciente de que ha sido “una semana de muchas emociones, lo único que estás pendiente es de hacerlo bien y trabajar día a día para que al final llegue esa oportunidad. He tenido la suerte de que me ha llegado y estoy muy contento y muy agradecido de jugar con el primer equipo”, afirmaba el futbolista.
El central se sinceró, asegurando que se encontraba bien “hasta el minuto 70”, y que “estaba cansado, me fallaban las fuerzas, hasta que aguanté 70 minutos, que intenté hacerlo lo mejor posible”; algo que notó en su regreso con el filial: “Es la primera vez que juego dos partidos tan seguidos, pero con el orgullo y las ganas que tengo, pasa a un segundo plano el cansancio”.