El entrenador del Rayo Sanluqueño, Vita, sigue mirando el horizonte con incertidumbre. Los jugadores que componen la plantilla siguen entrenando a nivel particular para no perder la forma y a expensas de lo que pueda ocurrir.
El máximo responsable de la plantilla de la Ciudad de la Manzanilla resalta que “no sabemos como será la competición ni como afrontaremos los partidos. La pretemporada está para probar futbolistas pero está siendo muy complicado todo. Tampoco sabemos cuantos rivales tendremos y compartir El Picacho con otros equipos no será fácil”.
Resalta que “estaba muy ilusionado con afrontar la pretemporada, oler el campo y el ambiente de los partidos”.
Ya adelanta que “a mis jugadores les exigiré el máximo, sobre todo compromiso. Mi objetivo es subir de categoría, otra cosa es lo que te diga el fútbol después porque pone a cada uno en su sitio”.
Añade que “cuando encajemos un gol que nos duela haberlo redcibido. Quiero que se juegue al fútbol y que los jugadores se diviertan. Hay que intentar siempre ganar aunque después se pierda”.
También valora el buen ambiente en una plantilla: “Siempre he sido entrenador de barbacoa en unas instalaciones, de pagar la carne y los jugadores el refresco o la cerveza. Estoy en contacto con los jugadores e incluso me reuní con ellos. Todos estamos deseando empezar lo más pronto posible”.
No deja de reconocer que ha recalado en un club humilde que “atraviesa por una crisis importante y que está intentando asomar la cabeza. Yo me he comprometido a colaborar sin cobrar, es más me costará el dinero pero lo hago con ilusión”.
Uno de los aspectos que más le preocupa es que la plantilla cuenta con pocos efectivos y quiere contar con 22 jugadores.