La familia Senra ha criado al amparo del faro de Bonanza, viendo cada tarde llegar a los barcos cargados de pescado y marisco de la desembocadura del Guadalquivir, con Doñana como estampa de fondo.
Después de estudiar Publicidad y Marketing y recorrer diversos puntos de la geografía española y varias ciudades de Estados Unidos, Fran Senra decidió volver a su ciudad natal y apostar por la tradición gastronómica de una localidad que se ha posicionado como el cuarto destino gastronómico favorito de los españoles. Se convirtió entonces en emprendedor al amparo de sus raíces y apostó por la producción de conservas de platos marineros de Sanlúcar envasados en tarros de cristal.
Así nacieron hace unos meses las conservas Senra, guisos tradicionales de Sanlúcar como el choco al pan frito o los langostinos al ajillo que sintetizan en un bote la esencia de la cocina sanluqueña, donde los productos del mar y de la huerta se dan la mano en una sincronía perfecta. Además, Fran Senra fue consciente de la potencialidad de estos guisos a la hora de maridar con los vinos de la Denominación de Origen Jerez y Sanlúcar de Barrameda, olorosos, amontillados y manzanilla que acompañar aportando un sabor único al resto de conservas: alcachofas al natural, choco a la sanluqueña, cazón con tomate, choco a la sanluqueña... completan una gama de productos que está en continua expansión. Las galeras, otro emblema de Sanlúcar, serán el ingrediente principal de su próxima creación. “Todo es de aquí, cien por cien sanluqueño”, apunta Senra.
Mami es la esencia de Conservas Senra. Con 96 años, abuela de Fran, se ha convertido en la imagen de las conservas de guisos marineros tradicionales que, a día de hoy, sólo unos meses después de su nacimiento, se han posicionado en un buen número de tiendas gourmet y establecimientos de hostelería.
Los tabancos, abacerías y tiendas especializadas están dando una gran acogida a esta apuesta innovadora de la familia Senra, que supervisa cada una de sus creaciones y garantiza que los guisos sean caseros, sin conservantes ni colorantes, como recién salidos de la cocina de Mami. La idea surgió tras conversar con su amigo Manuel Ceballos, profesor de la UCA, sobre la calidad de la gastronomía de Sanlúcar y su ‘gancho’ para el visitante. “¿Y si consiguiéramos envasar estos platos y llevarlos a Madrid?”, se preguntó entonces Fran. Tras ponerse en contacto con José Antonio Capitán, maestro conservero de la agroalimentaria Los Lugares, consiguió poner en marcha el proyecto. Pocos meses después salía al mercado la primera producción de las Conservas Senra.
La idea de Fran Senra es trasladar el lugar de fabricación a Sanlúcar y conseguir así generar empleo. Las recetas, heredadas de su abuela materna, se las ha cedido ahora a su madre, que supervisa la labor de las cocineras que elaboran las conservas. Abrir, calentar y ya está listo el guiso casero, la delicatessen sanluqueña envasada en tarros de cristal. Eso sí, hay que preparar al lado un buen trozo de pan y vino de la tierra para que la experiencia resulte realmente auténtica y logre transportarte al barrio marinero de Bonanza, donde el aroma de estos guisos llega, desde hace años, desde la cocina de los barcos.