Los bajos precios marcan la campaña de primavera

Publicado: 29/05/2017
Pese a la alta producción, la patata o el melón apenas dejan rentabilidad a los agricultores. Más de 1.200 personas trabajan actualmente en la agricultura.
“Ruina, esto es ruina”. Son las 9.45 de un sábado por la mañana y quien pronuncia estas palabras acaba de salir de la subasta de productos hortícolas de una de las cooperativas de La Algaida, en Sanlúcar de Barrameda. La campaña de primavera ha sido buena en cuanto a la producción, pero la baja rentabilidad de los productos pone en evidencia las dificultades del campo.

“Ha sido una campaña buena en cuanto a producción, pero hay momentos en los que hay menos demanda, baja el consumo y los precios se desploman”, así lo explica el presidente de una de las cooperativas locales, Juan Manuel Rodríguez, de Frusana, quien define esta campaña como “difícil”.

Los productos de venta nacional, la patata, el tomate, el pimiento o el melón, no están consiguiendo buenos precios en la subasta y la rentabilidad para el agricultor es mínima. De ahí la “ruina”.
Pese a las dificultades que presenta el mercado, la calidad que avala a los productos de La Algaida, que desde hace unos años gozan de la marca de calidad ‘Arenas finas’, ha posibilitado que los productos locales tengan un hueco en el mercado internacional. “Los productos que producimos aquí no tienen competencia más allá del clima. Si el clima no es favorable, que es lo que nos ha pasado este año, se solapan con cultivos de otros países y regiones y es cuando no se puede competir”, explica el máximo responsable de Frusana.

La subasta de los sábados en las cooperativas de La Algaida son todo un espectáculo. No ya sólo por la exposición de centenares de toneladas de productos de gran calidad, patatas, melones, tomates, pimientos, etc., sino por conservar una subasta a voz alzada que lleva a los compradores a recorrer los tres mercados en una especie de circuito. Cada hora aproximadamente, venta en una de las cooperativas. Los agricultores esperan en la subasta para conocer el precio que han alcanzado sus productos.

El sábado pasado, tras la venta, no había buenas vibraciones. Sólo resignación ante unas ventas que no deparan la rentabilidad necesaria para mantener el campo. “Es una labor muy sacrificada”, razona Guancho Ibáñez, uno de los agricultores de la zona que lucha por sacar adelante la producción convencido de las bondades de los productos que se cultivan en La Algaida. “Al trabajo hay que sumarle el agua,  los productos, la mano de obra... no salen las cuentas”, explica preocupado, consciente de que la continuidad de las nuevas generaciones en el campo sanluqueño es difícil. “Yo trabajo con mi padre pero estoy seguro de que mi hijo no trabajará en el campo”.

Calidad

Lo que nadie es capaz de rebatir es la calidad de los productos de La Algaida y Los Llanos. Con la marca ‘Arenas finas’ han ganado prestigio en los mercados pese al coste añadido que supone expedir la mercancía en las cajas que cuentan con el distintivo de la marca.
Los compradores valoran la calidad y la experiencia de las empresas agrícolas de la zona, algunas de ellas con más de 50 años de experiencia.

Los productos de Sanlúcar llegan tanto al mercado nacional, donde demandan principalmente patata, tomate, pimiento, melones y sandías, como al internacional, donde la zanahoria - ahora en plena campaña- es el producto más demandado. Junto al puerro y el boniato y el calabacín blanco, llegan a distintos países, principalmente de Europa. Frusana exporta principalmente zanahoria, puerro y remolacha a Alemania, Inglaterra, Holanda y Francia y algo menos a Portugal y también Bélgica.

Desde el Mercado Montilla, centrados en mantener su cuota de mercado en Europa, venden también a Rumanía.

Inglaterra, Alemania y Holanda son los principales países hacia donde exportan zanahoria desde la Cooperativa Virgen del Rocío, desde donde llevan también el puerro a Francia. Al país galo, en concreto a la Bretaña francesa, están exportando ahora la llamada zanahoria ecológica, sin la parte verde y sin lavar, la zanahoria sale de Sanlúcar con los restos de la tierra que marca el cultivo de la zona, y donde prevalece esa arena fina que da nombre a la marca de calidad.

Empleo

Prueba de la actividad económica que genera la agricultura en la zona, en temporada alta, como ahora, trabajan en estas tres cooperativas más de 1.200 personas, entre los almacenes y los cultivos.

Entre La Algaida y Los Llanos aglutinan unas 1300 hectáreas de cultivo. En términos generales, cada una de las mil hectáreas de La Algaida produce una media de 78.000 kilos anuales de patatas, pimientos, tomates, calabacines, sandías, etc.

El año pasado Frusana cerró el ejercicio con 30 millones de euros, un millón más que el año anterior. En Virgen del Rocío, la venta de en torno a 40 millones de kilos de productos hortícolas, les deparó también unas ventas que superaron los 30 millones de euros. En total, las cooperativas sanluqueñas facturan anualmente alrededor de 100 millones de euros. Unas cifras que se van asentando, experimentando anualmente ligeros crecimientos, y que permiten a los cooperativistas tener buenas perspectivas pra el futuro centradas, principalmente, en el crecimiento. “Tenemos que ir a más”, apunta Miguel Ángel Pérez, comercial de Virgen del Rocío, cooperativa que tiene pendiente llevar a cabo una ampliación de sus instalaciones que les permita trabajar el producto y mandarlo directamente a los supermercados. “Tenemos que ir a más, intentar ser atractivos y competitivos en el mercado”, concluye el responsable de Frusana.

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