Era una jornada de puertas abiertas para los vecinos de San Fernando. De hecho, no había autoridades municipales aunque sí algún diputado que acudió como vecino. Y las asociaciones de la ciudad fueron las principales invitadas a conocer el Centro de Formación de Tropa número 2 (CEFOT-2) de San Fernando, a donde acaban de llegar 700 aspirantes a soldados que tuvieron la suerte de formar el batallón con público incluido.
Hubo una exposición estática de armamento del Ejército de Tierra en el campo de juras y también algunas unidades de artillería, hasta que sobre el mediodía comenzó la ceremonia en la plaza de armas del acuartelamiento con la revista por parte del coronel del centro, la alocución recordándoles las palabras, los versos de Calderón de la Barca, esos que dicen que la milicia es una religión de hombres honrados, dándoles a entender que a partir de ahora se sentirán distintos por tener el honor de prepararse para servir a su Patria.
En el campo de juras no desfilaron los aspirantes, por razones obvias, pero permanecieron en formación mientras que los honores en el homenaje a los caídos lo hacía una compañía y escuadra de gastadores del Regimiento de Artillería de Costas número 4 (RACTA-4) que conviven en el acuartelamiento de Camposoto.
En la presidencia, los vecinos junto al coronel del centro y en la ofrenda a los caídos, también los vecinos. Al fin y al cabo y como se decía al principio, se trataba de dar a conocer a la ciudad y a los ciudadanos lo que se hace dentro del establecimiento militar. Ese establecimiento del que salen cientos de aspirantes a soldados a conocer la ciudad, con todo lo que ello conlleva.