Hace casi un año que inició la aventura de presidir el San Fernando CD, todo un sueño para un hombre que desde pequeño ha mamado el sentimiento azulino y una labor que compagina con su faceta empresarial. Daniel Luna Macías concibe al primer equipo de fútbol de la ciudad como algo más que un ente deportivo, puesto que lo considera como un vehículo más de cara al desarrollo económico de la ciudad en el futuro si logra alcanzar cotas más altas. Tiene claro que cuanto más arriba esté el San Fernando CD, más beneficioso será para La Isla. Una relación simbiótica que confía en que siga creciendo en próximas temporadas.
—Se va cumplir su primer año como presidente del San Fernando CD, ¿le han salido muchas canas en este periodo?
—Muchísimas. Hace pocos días Antonio Marín, nuestro jefe de prensa, me enseñó una foto de cuando comenzamos toda esta historia y la verdad es que ahora mismo no me reconozco. Se sufre y se padece mucho, pero hay momentos y sensaciones que al final es con lo que te quedas y además te compensan.
—¿Hay que estar un poco loco para meterse en una entidad deportiva con la que está cayendo desde el punto de vista económico?
—La verdad es que hay que ser valiente o estar un poco loco como dices, pero me empujaba más el cariño de la gente que tenía alrededor, su confianza y, sobre todo, el amar a esta ciudad y a este club, que es lo que me enseñaron mis padres desde pequeño.
—¿A qué se dedica profesionalmente el presidente del San Fernando? La gente sabe que está constantemente viajando, pero ¿qué es lo que hace exactamente?
—Yo tengo aquí en San Fernando una empresa de energías renovables, pero mi trabajo principal es una empresa alemana en la que tengo una participación y que se dedica a sistemas de control vía satélite de tsunamis y catástrofes naturales. Es algo muy especial, que se sale de la normalidad y que no es digamos muy estándar. Llevo todo América, África y parte de Europa de esta empresa y es lo que llevo haciendo los últimos quince años de mi vida.
—O sea que usted se adelantó al Gobierno de Rajoy y lleva trabajando con Alemania desde hace años.
—Sí, la verdad es que en todos los sitios en los que he trabajado ha aprendido muchas cosas y los alemanes en muchas aspectos son un claro ejemplo a seguir, tanto en el orden, como en la disciplina y en la constancia en el trabajo son unos pioneros. A todo ello se une que son líderes en tecnología y siendo un país muy pequeño están repartidos por todo el mundo y en todos sitios dominan los mercados.
—Regresando a la parcela deportiva, ¿ha habido momentos en los que ha pensado en arrojar la toalla viendo lo que se le viene encima?
—Cuando te planteas buscar a alguien que te sustituya para dejar el club en buenas manos lo haces sobre todo por la familia, que tira mucho y es el sustento emocional que todos tenemos. Es lo que te hace muchas veces replantearte la situación, porque ante todo lo que no quieres es verlos sufrir. Tú puedes sufrir manejando un club o estando en un palco, pero que esto afecte a tu familia es cuando te afecta directamente.
—Fuera de micrófonos y antes de empezar la entrevista le he preguntado por de su padre, ¿qué parte de culpa tiene él de que hoy día sea presidente del equipo de su ciudad?
—Toda y ahora además me consta que es el que más sufre todo esto que me está ocurriendo. Él fue el que me enseñó a querer a esta ciudad y a este club desde que nací, tanto a mí como a mis hermanos y a todo la familia. En su época formó parte de la directiva, fue el creador de las escalas inferiores del San Fernando y es actualmente el socio número dos del club. Sé que está preocupado porque estoy dentro y como todo padre que se precie no quiere que me ocurra nada, pero a él le debo todo lo que que ha aprendido, ya no sólo como presidente, sino también como persona por todos los valores que me ha inculcado.
—¿Qué queda del Daniel Luna forofo del San Fernando?
—Queda la pasión, el sentimiento y el amor que le tengo a este club, nada más. El resto lo he tenido que borrar.
—¿Se tiene que aguantar mucho en los palcos?
—Demasiado, al principio tenía las piernas llena de cardenales. Tenía siempre alrededor a dos o tres amigos míos que me han ayudado a superar la experiencia de no poder celebrar un gol, algo que creí que nunca conseguiría. Me cuesta, pero lo he superado.
—Hay una cosa que ha llamado poderosamente la atención y es el aspecto que ha presentado el estadio en los dos últimos partidos de Liga en casa. ¿Eso denota que los isleños están cada vez más implicados con el equipo de una ciudad de 100.000 habitantes?
—En momentos de crisis y sobre todo en una zona como la nuestra que es la más afectada por el paro, a la gente la tienes que intentar motivar con otras cosas o intentarles vender una ilusión que les permita desconectar de todos esos problemas. Y si nosotros con el San Fernando hemos logrado eso, bienvenido sea. También está entre los objetivos poder conectar a la ciudad con el fútbol y esto se consigue en el momento en el que el equipo asciende a Segunda A, algo que sobrepasa los objetivos deportivos y se convierte en algo de interés para toda la ciudad. En el momento en el que lleves al San Fernando CD a la Liga de Fútbol Profesional ya están todas las cámaras de toda España pendientes de tí, donde aficiones de grandes ciudades como La Coruña, Pamplona, Valencia, etc., puedan venir a tu ciudad a ver un partido acompañados de 2.000, 3.000 o 4.000 personas, conozcan la localidad y el marketing que haces de esa ciudad fuera afecta directamente laboral, social y económicamente. Ese es un reto muy bonito y que si alguna vez lo conseguimos los resultados se verán pronto. La gente ha sabido captar esa idea y es un interés global de toda la ciudad que estemos en la Liga de Fútbol Profesional, no sólo del club.
—O sea que se puede decir que el fútbol se puede convertir perfectamente en un vehículo turístico para una ciudad que tiene muchas carencias en este sector.
—Exactamente, así es. Tenemos cerca una ciudad como Cádiz que tiene mucho interés turístico, tanto por motivos históricos como turismo de playa, algo idéntico a lo que sucede con Chiclana, y nosotros nos encontramos ahí en medio porque estamos rodeados de Parque Natural, lo que frena el desarrollo turístico que todos deseamos. Hay que buscar otras alternativas y el fútbol puede ser una de ellas. Que tengamos un club saneado y que podamos llevarlo a la Liga de Fútbol Profesional sería un opción muy bonita.
—Incluso desde el Ayuntamiento parece que se han dado cuenta de este filón.
—Desde el primer día en el que lo planteamos al alcalde. Mucha gente siempre nos ha preguntado si al San Fernando le interesa subir, pues claro, que le interesa pero no sólo al equipo, sino también a la ciudad. Lo mejor que le puede pasar a esta ciudad es subir a Segunda A. Mucha gente piensa que no tiene dinero para mantenerse en esa categoría, y es todo lo contrario, si se tienen cuenta los emolumentos que se reciben por publicidad, quinielas, televisión, etc. Todo eso hace que el club se haga más fuerte, que crezca estructuralmente y sobre todo el nivel de repercusión que para la ciudad eso supondría. Así que a todas, a todas, es mejor lo que le puede ocurrir.
—En este sentido, se nota que el club se moderniza a pasos agigantados y se demuestra con el trabajo que se hace a través de la web.
—Sobre todo porque tenemos detrás a un gran profesional como es nuestro jefe de prensa Antonio Marín y que cuida muchos todos los detalles. Como bien dices la página web tiene unas 72.000 visitas al mes, algo que está al nivel de equipos de la Liga de Fútbol Profesional. Hay un aspecto a destacar y es la profesionalidad que transmite con nuestra propia radio o nuestra propia televisión.
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Pero para que la maquinaria esté completa falta un aspecto todavía fundamental y es la firma de ese convenio con el Ayuntamiento para la explotación del estadio, ¿en qué punto están las negociaciones?
—El convenio está a punto de firmarse y sólo restan los trámites burocráticos. Está ya redactado y acordado punto por punto. Resta que el interventor dé el visto bueno, pero por cuestiones de agenda todavía no se ha podido concretar.
—¿Se considera ya un personaje público en San Fernando? ¿Le reconoce la gente por la calle?
—La verdad es que sí, sobre todo los niños de la cantera y los socios por la calle. Pero siempre me quedo con la misma sensación y lo que más me gusta de todo esto es que el club sí que se ha convertido en un verdadero protagonista para la ciudad. Mi persona por mi trabajo está a muchos miles de kilómetros de aquí y tengo una personalidad que hace que precisamente cuando estoy fuera estoy volcado en mi labor profesional y cuando estoy aquí esté pendiente del club y que todo esté enfocado hacia él en esta historia.
—¿Cómo subsiste hoy día económicamente un club como el San Fernando con la crisis que hay?
—Siendo realistas y objetivos. No puedes manejar un presupuesto sin saber realmente los gastos que vas a tener porque no te puedes salir de ahí. Si luego te llega algún ingreso extra pues lo metes en el presupuesto siguiente. Nosotros incluso con un presupuesto cerrado tenemos un margen de error de entre el 5 y el 10 por ciento, y esto viene motivado porque hay jugadores que se lesionan y tienes que afrontar la operación y su recuperación, tienes que traer a otros jugadores que los sustituyan y siempre hay imprevistos en una entidad que cuenta con 1.000 niños, más de 1.000 socios y una estructura que estamos creando. Un 5 ó un 10 por ciento te lo puedes permitir, pero cuando haces un presupuesto y te viene un imprevisto de un 50 o el 60 por ciento que no puedes controlar te creas un problema no sólo para este año, sino para los venideros.
—Resulta satisfactoria ver cómo se está trabajando actualmente con la cantera, ¿no?
—Es precioso e incluso nos lo comentan vecinos de Cádiz o de Jerez, que dicen que la cantera del San Fernando ahora mismo está por encima de todas. De hecho el convenio que se firma con un equipo champions como el Málaga no es fruto de la casualidad, ni el éxito de los cinco equipos que han subido a la categoría máxima de Andalucía a nivel de escalas inferiores y que el año que viene se medirán a equipos como Sevilla, Betis o Málaga.
—Y se vuelve a lo de antes con lo que eso genera socialmente, porque los niños siempre van acompañados de padres, abuelos, tíos...
—Imagínese 1.000 niños que tenemos con los 600 de la escuela, los 300 que hay federados, más los dos equipos femeninos. Luego está lo que usted dice de padres, hermanos o abuelos que siempre están pendientes de ellos a la hora de llevarlos a entrenar o jugar, incluso los días de lluvia. Todo eso suma y hace que la familia azulina vaya creciendo cada vez más.
—¿Cuál es el peor momento que ha vivido en estos once meses?
—Yo creo que fue la lesión de Ñoño. Ver a ese chaval en el campo y lo que luego sufrió con el hospital me marcó, sobre todo porque es un tío que siempre tiene una sonrisa en la cara e incluso ahora durante la recuperación siempre está sonriendo. Tiene una actitud enorme y ver una lesión tan grave, además con la progresión que tenía y con tantos equipos interesados en él fue bastante duro.
—¿Y le ha defraudado alguien en este tiempo?
—De la directiva absolutamente nadie. Sólo puede tener palabras de agradecimiento para toda la gente que ha estado colaborando conmigo desde el primer momento y, como ya he dicho muchas veces, me siento enormemente endeudado con ellos.
—¿Habrá Daniel Luna para rato como presidente del San Fernando?
—Esperemos que sí y sobre todo si es porque el San Fernando está triunfando y el club va muy bien, crece y estructuralmente cada vez se hace más fuerte.
—Quizás también porque la gente ha visto en usted a alguien que realmente le importa este club porque ha estado ligado a él desde siempre.
—Yo pienso que por encima de todo la gente que triunfa en todos los aspectos de la vida, tanto sea laboral como artístico, lo consigue porque le gusta lo que hace, lo vive y realmente le duele, que los que tengan una mayor preparación. Es decir, que los mejores médicos y cirujanos son a los que realmente les gusta su profesión, al igual que los artistas a los que se les ve que disfrutan con su profesión. Y en esto del fútbol ocurre lo mismo, si te gusta o te duele, cada vez te entregas más para que salga a flote. Es cierto que la mayoría de la afición me conoce y sabe que a mi duele lo mismo o más que a ellos el San Fernando. El día del partido del Jaén tuve una sensación que no había tenido hasta ahora y fue ese pellizco en el estómago que me causó el ver como la gente que allí estaba al acabar el partido bajó al campo y me dieron una ovación que me llevo en el alma y que la interpreto como un reconocimiento al trabajo realizado.