La capilla de la Vera-Cruz, convertida desde esta semana en sede provisional de la parroquia del Santo Cristo, ante las obras que se desarrollan en la parroquia para el cambio de una solería que ya se encontraba parcheada como consecuencia de los repetidos remiendos ante la rotura de losas de gres con los bancos de la iglesia.
La capilla que hasta 1978 fue parroquia del Santo Cristo, acoge diariamente las celebraciones eucarísticas, mientras duren las obras, algo que se extenderán durante el presente mes de julio y agosto, pues es intención del párroco, el Padre Rafael Pinto Vega, que las celebraciones puedan volver a la parroquia en septiembre, con el nuevo curso.
Mientras, la capilla prosigue con su evolución, puesto que aún le quedan muchos remates para acabar una obra que afronta la propia parroquia con los donativos que se han venido recogiendo en la parroquia durante un año, así como con las verbenas que se realizan anualmente.
Esta misma semana ha sido puesta la balconada de hierro del campanario, que había sido retirada, al mismo tiempo que las campanas para su restauración. Con la misma, la fachada ya ofrece esa imagen clásica.
Las campanas llegaron en el primer trimestre del año y pudieron sonar durante la Semana Santa, aunque automatizadas, colocadas por la empresa Campanas Rosas, cambiando los yugos e instalando un sistema de volteo Movotron y programador Témpora, además de elaborar un tendido eléctrico y de comunicación entre el campanario y el programador.
A la capilla, que durante estos días está siendo objeto de rutas turísticas, sobre todo por el entramado de vigas de madera a dos aguas que posee, similar al Real Teatro de Las Cortes, le queda todavía la terminación superior de algunos altares.
En la misma ya se han celebrado bodas y han resultado un gran éxito, por las dimensiones de una capilla que durante décadas fue parroquia.