Teresa Valdenebro, junto al delegado de Obras, Francisco Márquez, vivieron con los rocieros rondeños su llegada a Villamanrique.
La Hermandad del Rocío de Ronda vivió ayer uno de sus momentos más esperados y emocionantes con su tradicional paso por Villamanrique. Está siendo un camino especialmente complicado para los peregrinos por las inclemencias meteorológicos que han provocado numerosos cambios en el itinerario, actos a celebrar y horarios. Ayer la alcaldesa de Ronda, Teresa Valdenebro, acompañada en este caso por el delegado municipal de Obras, Francisco Márquez, quisieron mostrar su apoyo y el cariño de toda la ciudad a los rocieros rondeños asistiendo al acto de subida de los bueyes de la carreta del Simpecado a la parroquia de esta localidad.
La alcaldesa manifestó su emoción por haber podido vivir este momento tan especial de cada año con la Hermandad de Ronda, “es muy especial poder ver cómo, a pesar de las múltiples dificultades que están encontrando este año, los hermanos y hermanas no pierden el ánimo y siguen adelante con el objetivo de llegar a la aldea y encontrarse con la Virgen del Rocío”. Añadió que “poder venir a compartir estos instantes tan importantes para la hermandad no sólo ha querido ser un gesto de arropo y cariño de toda la ciudad hacia los hermanos del Rocío, sino que me llevo el mensaje de tranquilidad de que todos se encuentran perfectamente y terminarán el camino con la misma alegría e ilusión con el que lo comenzaron hace unos días”. Por último, les deseo mucha suerte para el resto de su peregrinar y una feliz estancia en la aldea almonteña.
Por su parte el delegado de Obras manifestaba que, “una vez hemos terminado nuestra labor municipal hemos cogido nuestros coches para vivir con la hermandad del Rocío este momento tan especial del camino y debo confesar que ha sido una experiencia inolvidable ya que, aunque había estado en el camino del Rocío en otras ocasiones, nunca había compartido con ello el paso por Villamanrique”.