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Chiclana

'La sombra de la golondrina', la tercera novela de Kayla Laurels, o de Isabel María Vela

La joven escritora chiclanera firma esta obra con la editorial Mediaset España y homenajea a todas las personas jóvenes que se fueron antes de tiempo.

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Tiene 25 años y tres novelas editadas. La primera por autoedición en un momento entre su carrera universitaria y la búsqueda de un trabajo. Ello le dio el reconocimiento suficiente para que esta nueva obra que ahora está presentando, La sombra de la golondrina, fuera editada por la Colección Milamores de Mediaset España. O sea, una editorial poderosa de esas que no se mueven si no ven las cosas claras.

Isabel Vela es de Chiclana y usa el pseudónimo Kayla Laurels sencillamente porque cuando escribe no se siente Isabel María y ese desdoblamiento merecía también su prolongación en el nombre.

Pero Isabel o Kayla, Kayla o Isabel María, pueden seguirse indistintamente en la lectura o en la charla distendida como la que mantuvo con el arriba firmante, grabada para la televisión.

Isabel María Vela.

La sombra de la golondrina es una novela que comienza con un motivo trágico, no autobiográfico pero sí cercano a la autora. Habla sobre la pérdida de seres queridos a edades jóvenes, cuando la vida ni siquiera piensa en la muerte y esa pérdida es un mazazo de realidad del que hay que levantarse.

Es una obra en la que las situaciones para superar la adversidad se suceden como en la misma vida, de forma agriculce y hay que superarlas. Porque también es una historia de superación, de pagar por los errores que se cometen. En el amor, también.

Y es que Isabel María y Kayla, las dos esta vez, son románticas de las de verdad y de hecho, sus dos primeras obras se enmarca directamente en la novela romántica pura y dura, aunque no se trata de un romanticismo empalagoso porque la vida en su conjunto siempre está por medio. Y las dificultades.

En La sombra de la golondrina, dice la autora, se rinde homenaje a aquellas personas que se fueron antes de tiempo y a las que padecen esa ausencia. Le ha servido también para llevar su narrativa a otros lugares de España, situarlas fuera de donde se sitúa casi siempre la primera obra, en tu propio pueblo, Chiclana. Esta vez es en el País Vasco, que ella conoce.

Y finalmente, un ejercicio complicado en la literatura. La novela está narrada en primera persona, pero además en dos primeras personas, protagonista y antagonista. Algo poco común y no al alcance de cualquiera.

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