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?El pueblo de Ruffec espera que Benalup devuelva pronto la visita?

De él partió la idea de hermanar dos municipios tan distantes como parecidos, dos localidades que, aunque les cueste entenderse por el idioma, van a comprenderse con proyectos como el que encabeza Antonio.

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  • Antonio Cruz, el artífice del hermanamiento. -
Conmueve escuchar a Antonio Cruz Moreno, en un español más castellano que andaluz con tintes afrancesados, cuando cuenta que su padre, Antonio Cruz, cuando él era pequeño, cogió un puñado de tierra de Las Lagunetas y le dijo: “Antoñito, esta es tu tierra”.

Desde entonces los esfuerzos por unir los dos lugares que le han visto crecer le dan lugar al descanso. De él partió la idea de hermanar dos municipios tan distantes como parecidos, dos localidades que, aunque les cueste entenderse por el idioma, van a comprenderse con proyectos como el que encabeza Antonio.

Él sabe lo que es sufrir la pérdida de sus orígenes por cuestiones de un tiempo pasado y tener una infancia difícil. Ahora lo fácil hubiera sido acomodarse a su vida en Ruffec, donde es empresario de las artes gráficas, y no acordarse de ese pequeño pueblo de Cádiz donde pasó tantas temporadas, conociendo a tanta gente que ahora se dan cuenta de que ese niño, que cada año llegaba con una identidad distinta, era el hijo de Antonio Cruz.

Más que de fe, cuestión de voluntad y de principios de este Antoine que seguro que se le quedará el mote de El Francés, que ya le inculca a su hijo Toni, otro Antonio Cruz, de trece años cumplidos el fin de semana en Benalup, o a su mujer Mari, burgalesa que cuenta los días para venir a Benalup en Agosto, la importancia de no olvidar las raíces.

Pero además no lo hace sólo por él, sino por los jóvenes, para que aprendan a convivir, a relacionarse, en definitiva a ser mejores personas, esa asignatura que es tan complicada y que sólo se aprueba cuando le muestres un puñado de tierra a tu hijo.

—¿Cómo surgió todo?
—Cada año, en Francia, los equipos juveniles de fútbol tienen la costumbre de hacer un viaje por Europa. Desde siempre, yo he querido que el equipo de Ruffec viajase a Benalup. Allí me dijeron que sí, pero tenía que ser por medio de un hermanamiento. Entonces me puse en contacto con el Ayuntamiento de Benalup y le hice la propuesta.
—¿Qué similitudes ves entre ambos pueblos?
—Creo que se parecen mucho. Tienen en común la fuerte voluntad de los jóvenes. Los chavales de Ruffec para venirse para acá han trabajado mucho durante los últimos meses. Han vendido camisetas en un mercado o han hecho gorras también para venderlas, entre otras actividades. Y ahora los jóvenes de Benalup están deseando irse para Francia. Veo mucho ánimos y comparten muchas actividades juntos: Hemos ido juntos a la playa, hemos jugado al fútbol, fuimos a ver al Cádiz en Puerto Real y visitamos su estadio Carranza. Me gusta ver que los proyectos van para adelante. Además, ambos pueblos son parecidos en tamaño, y el carácter de la gente también es muy parecido, aunque en Francia son algo menos extrovertidos.
—¿Qué tal la estancia en Benalup?
—Los niños están encantados. Dicen que es un sueño. Es un viaje que han estado preparando durante un año y ahora lo han conseguido. Les gusta mucho esto.
—¿Cree que se podrá hacer a la inverse y que los de Benalup viajen hasta Ruffec?
—El proyecto no se podrá dar por acabado hasta que los chicos de Benalup no viajen hasta Francia. Y allí ya los estamos esperando con muchas ganas y con mucha impaciencia.
—¿Algún agradecimiento en especial para quienes han contribuido a hacer este sueño realidad?
—Me gustaría dar las gracias a todos los habitantes de Benalup, también a todos los concejales y al Ayuntamiento que también ha luchado y han podido hacer posible que estemos aquí.

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