El Celta de Vigo dejó escapar vivo de Balaídos al Granada, en un partido que los celestes, notablemente superiores a su rival, no supieron matar y acabaron pagando su único error defensivo con un gol que le da un punto a un rival directo.
Luis Enrique ha conseguido engrasar su máquina antes de lo que él mismo esperaba. Ni tan siquiera la baja de su cerebro, Borja Oubiña, la acusó el Celta ante el Granada. Cierto es que el conjunto andaluz puso mucho de su parte. Fue un espejismo del rival que puso en apuros al Real Madrid la pasada jornada.
Ni presionó ni tuvo esa agresividad que caracteriza al equipo de Lucas Alcaraz. Fue el invitado deseado para un Celta que se siente cómodo teniendo el balón, sobre todo porque así esconde mucho mejor sus debilidades defensivas.
Sin el sancionado Oubiña, el técnico celeste apostó por Fontás como mediocentro. Pero ese no fue el único retoque que hizo en su once. Mandó al banquillo al central argentino Cabral y al danés Krohn-Dehli, indiscutibles hasta ahora, para hacer debutar como titulares a Aurtenetxe, David Costas y Rafinha.
Y el brasileño no defraudó en su estreno. Aporta creatividad en el centro del campo y calidad en el último pase. Es intermitente, pero está llamado a ser una pieza básica en este nuevo Celta.
Su gran partido lo completó con el tanto que abrió el marcador en el minuto 29 e hizo justicia al trabajo del conjunto de Luis Enrique, muy superior a un rival que milagrosamente entró con vida en la última media hora de partido.
Y es que, al igual que contra el Espanyol, el Celta tuvo numerosas ocasiones para marcar. En el minuto 32, Álex López, después de un robo de balón de Rafinha y una gran asistencia de Charles, estrelló su remate en el poste; y a los minutos de la reanudación de nuevo el canterano fallaba en inmejorable posición tras una asistencia de Nolito.
El Granada estaba desbordado y Alcaraz no encontraba solución al descosido. Las oportunidades se multiplicaban para el Celta. Sólo el desacierto de Charles mantenía con vida a los visitantes. Parecía imposible que el Granada empatara, pero sucedió. Un gran centro del colombiano Bryan Angulo lo aprovechó Piti para sacar a relucir la debilidad de Toni como lateral.
No varió el guión del duelo a pesar del empate. Con el Granada encerrado en su campo para buscar el contraataque, Álex López volvió a encontrarse con el poste en el minuto 67. El Celta, a pesar del desgaste, siguió buscando el triunfo pero no encontró la recompensa a su gran partido.