A causa del conflicto armado activo desde noviembre en la región norteña de Tigray, contra la que el Gobierno etíope mantiene una ofensiva desde entonces
Unos 5.000 niños han sido separados de sus familias a causa del conflicto armado activo desde noviembre en la región norteña de Tigray, contra la que el Gobierno etíope mantiene una ofensiva desde entonces, informó hoy la organización Save the Children.
"Se oía siempre el sonido de armas y grupos armados. Nos escapamos y los grupos armados nos siguieron. Viajamos a pie durante un mes. Estaba preocupada por mis padres, los echo de menos. Todavía tengo miedo", relató a esta organización Arsema (nombre falso), de 11 años.
Como muchos otros niños de la región, Arsema perdió el rastro de su familia cuando el conflicto estalló y sus miembros se dispersaron en diferentes direcciones; en el caso de su hermano mayor, Yonas (también un nombre falso), hacia Sudán, donde a fecha de 3 de mayo los refugiados etíopes eran ya 63.087, según la Oficina de Acción Humanitaria de las Naciones Unidas (OCHA).
Yonas, de 23 años, volvió en busca de Arsema y su otro hermano pequeño, de cinco años, y los llevó a la parte oriental de la provincia, donde ahora viven en un campo informal para desplazados forzosos, mientras su padre permanece en Sudan y su madre en la frontera de este país con Etiopía.
Durante los primeros seis meses de conflicto en Tigray, que se cumplen este martes, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha rastreado al menos a 917 menores no acompañados -que no cuentan con ningún adulto que se haga cargo de ellos- y 4.056 niños separados -apartados de sus padres o tutores primarios pero al cargo de otros familiares adultos-.
Según Petra Straight, jefa adjunta de la unidad de salud de emergencia de Save the Children sobre el terreno, "los niños al nivel más básico no tienen acceso a la inmunización infantil rutinaria, lo que los expone a un altísimo riesgo de contraer enfermedades infecciosas y aumenta las posibilidades de un brote en lar región".
Las principales enfermedades a las que se ven expuestos los menores son infecciones respiratorias, como la neumonía, e infecciones cutáneas -ambas relacionadas con la falta de espacio y de acceso a agua potable- así como malnutrición.
Según Save the Children, los menores identificados abarcan un amplio rango de edad e incluyen desde bebés recién nacidos que perdieron a sus madres durante el parto hasta adolescentes de 16 años que se han convertido ahora en los cuidadores principales de sus hermanos más jóvenes.
La mayoría de estos menores no acompañados y separados viven con otras personas forzosamente desplazadas en asentamientos informales, habitualmente en antiguos colegios, es decir, "comparten su espacio vital con otras personas, incluyendo adultos de ambos sexos, lo que puede exponerlos aún más a riesgos de violencia y abusos", alerta esta organización.
El conflicto en la región etíope de Tigray estalló el 4 de noviembre de 2020 después de que el Gobierno central de Etiopía atacara al Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), en represalia por una agresión previa de fuerzas tigriñas a una base del Ejército federal.
Además, organizaciones de derechos humanos han denunciado los saqueos y violaciones contra la población y los bienes locales cometidos por fuerzas eritreas desplegadas en la región norteña, una presencia que el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, no admitió hasta el 23 de marzo y que aún continúa, pese a la promesa de retirada de las tropas por parte del mandatario el pasado día 26.