El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, invitó ayer al PP a sumarse al modelo de financiación autonómica, con el que, a su juicio, se crea el verdadero Estado de las Autonomías, pero el líder de la oposición, Mariano Rajoy, sigue considerando que el nuevo sistema es un engaño.
Ayer, Zapatero reunió en el Consejo Territorial de su partido a los barones socialistas para analizar el nuevo modelo de financiación acordado el miércoles en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Una reunión en la que, por primera vez como presidente de la Generalitat, interveno José Montilla, quien consideró que el sistema es bueno para Cataluña y también para el resto de las autonomías.
Montilla hizo un llamamiento para que tras el acuerdo no se resuciten “las confrontaciones entre territorios y las actitudes irresponsables de los que quieren enfrentar y no sumar”, ni se alimente, como ha hecho el PP, la “catalanofobia”.
Precisamente, del modelo de financiación habló ayer en Vícar (Almería) el presidente del PP, Mariano Rajoy, que consideró que el sistema es un “engaño a la gente” porque ni el Gobierno ni las comunidades se ponen de acuerdo sobre las cifras.
Por ello, pedirá a Zapatero que vaya al Congreso a explicarlo y a aclarar quién engaña a los españoles.
Desde este mismo partido, el consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, ha acusado al Gobierno de aplicar “trucos estadístico” para que el nuevo modelo no recoja la población real de su región.
Orgulloso se mostró ayer José Luis Rodríguez Zapatero del sistema que se ha acordado en el CPFF, que supone un “éxito histórico” porque crea “el verdadero Estado de las Autonomías”, entendiéndolas como parte integrante del Estado".
Zapatero, que se congratuló de que Cataluña esté satisfecha con el modelo, se ha mostrado también convencido de que las comunidades del PP “estarán en disposición de aceptar trabajar conjuntamente para que este sistema sea estable” una vez se apruebe la ley y se celebren las comisiones mixtas con cada comunidad.
El líder de los socialistas ha presidido un encuentro “distendido y amigable”, según fuentes del PSOE, en el que los asistentes han respaldado un acuerdo cuya culminación han considerado que era imprescindible, aunque algunos no han dudado en expresar sus quejas por las formas y el fondo de las negociaciones.
Así, varias comunidades, conformes en líneas generales con el modelo, creen que no se han visto recogidas suficientemente todas sus exigencias, como la dispersión de la población, puesto que entienden que debería haber ponderado más en el sistema.
Otras han puesto el acento en la necesidad de que los socialistas adopten una postura “común y contundente” a la hora de explicar de manera adecuada a la ciudadanía el acuerdo, sobre todo ante la ofensiva “partidista” del PP, que está intentando sembrar la confrontación territorial a costa de Cataluña.
Los barones socialistas han apoyado el acuerdo y, a iniciativa del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, han respaldado la propuesta de crear un foro de gobiernos autonómicos que trate sobre “los asuntos que les preocupa a la gente” y sobre los que los ejecutivos regionales tienen las competencias en exclusiva.
El ex ministro socialista Jesús Caldera aludió también al nuevo sistema y acusó al PP de “hipocresía” por abstenerse en la votación del modelo que, en su opinión, “corrige desigualdades anteriores y aporta más recursos para servicios básicos como la sanidad, la educación o las ayudas a la dependencia”.
Por su parte, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, consideró que Cataluña ofreció en los últimos días, a raíz del acuerdo, una “imagen de coraje y seriedad”.