La nave rusa Soyuz TMA-18M, con tres tripulantes a bordo -un ruso, un danés y un kazajo-, se acopló hoy con éxito al módulo ruso MIM de la Estación Espacial Internacional (EEI).
"El acoplamiento se ha realizado en régimen automático", informó un portavoz del Centro de Control de Vuelos ruso a la agencia Interfax.
La nave despegó hace poco más de 50 horas desde del cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) con ayuda de un cohete portador Soyuz-FG.
Inicialmente estaba previsto que la Soyuz se enganchara a la EEI seis horas después de su despegue, pero la agencia espacial rusa, Roscosmos, decidió modificar el programa de vuelo por motivos de seguridad.
A bordo de la TMA-18A llegaron a la EEI el ruso Serguéi Volkov, que integrará la tripulación de la plataforma orbitar durante los próximos seis meses; el danés Andreas Mogensen y el kazajo Aidín Aimbétov, sustituto de la cantante británica Sarah Brightman, que quería convertirse en la octava turista espacial.
Brightman, de 54 años, renunció al propósito por "motivos familiares" e interrumpió su entrenamiento para volar al espacio.
Mogesen, primer astronauta danés, y Aimbétov, primer astronauta del Kazajistán independiente, permanecerán apenas ocho días en la EEI y regresarán a la Tierra acompañados del ruso Guennadi Padalka, uno de los actuales seis inquilinos de la plataforma orbital.
Hasta entonces, los nueve astronautas convivirán en la Estación, donde además de Padalka y de los recién llegados ya están los también rusos Mijaíl Kornienko y Oleg Kononenko, el japonés Kimiya Yui y los estadounidenses Kjell Lindgren y Scott Kelly.
La Estación Espacial Internacional, un proyecto de más de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.