El presidente chino, Xi Jingping, ha afirmado este sábado que tanto China como Japón deberían dejar de lado el odio y no permitir que la "minoría" que llevó al país nipón a la guerra afecte a las relaciones entre ambos países, con motivo del aniversario de la matanza de Nanjing.
China y Japón han mantenido disputas sobre este trágico suceso de la historia, en el que las tropas japonesas mataron a unas 300.000 personas en Nanjing, aunque un tribunal aliado determinó después del conflicto que el número de fallecidos se situaba en torno a los 142.000, mientras que políticos y académicos japoneses niegan que se haya cometido la masacre.
Las relaciones entre ambos países se han tensado durante el último año, a raíz de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, visitase junto a miembros de su gabinete el polémico santuario de Yasukuni, que rinde homenaje a los criminales de guerra del pasado imperial japonés.
Sin embargo, Pekín y Tokio acordaron hace un mes, a tenor de sus economías, intentar renovar sus lazos durante el encuentro que tuvo lugar entre Xi y Abe en la capital china. Este sábado, el mandatario chino ha afirmado que, pese a que la historia nunca debe ser olvidada, el futuro debe ser igual de importante.
"El motivo por el que estamos teniendo un homenaje hacia las víctimas de la masacre de Nanjing es recordar que todas las personas buenas de corazón se aferran y anhelan la paz, no prolongan el odio", ha defendido Xi en su discurso.
"Olvidar la historia es una traición, y negar un crimen es repetirlo. No deberíamos odiar a la gente sólo porque una pequeña minoría de militares iniciase una invasión y una guerra", ha afirmado el presidente chino, que ha matizado que "nadie" en "ningún momento" debería olvidar "los graves crímenes de los invasores".
El año que viene tendrá lugar el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, ante lo que China ya ha anunciado la celebración de homenajes, lo que podría volver a afectar a su relación con el Gobierno japonés.