Las autoridades sanitarias de Quebec han elevado este sábado a diez las víctimas mortales causadas por un brote de legionella detectado en la ciudad canadiense. Desde julio, 158 personas se han visto afectadas.
El gobierno regional llamó a la calma el pasado viernes y certificó que cada vez detectan menos casos. Sin embargo, el aumento del balance mortal de este brote de legionella ha levantado de nuevo las alarmas y ha llevado al alcalde de Quebec, Régis Labeaume, a pedir a las autoridades sanitarias canadienses que desvelen los focos del virus y una mayor transparencia.
En respuesta, el Departamento de Sanidad canadiense ha alegado que muchos de los propietarios de los edificios presuntamente infectados por la legionella no han inspeccionado las torres de ventilación, tal y como les exigió el Estado.
En un principio, el foco de la legionella podría situarse en dos edificios del casco antiguo de Quebec después de que las autoridades locales hayan desinfectado las torres de ventilación de más de un centenar de edificios, a falta de inspeccionar 30 más que están bajo observación, según ha informado la cadena pública canadiense, CBC.
La legionella es una bacteria que puede tornarse en mortal cuando se expande en sistemas de agua de refrigeración y, posteriormente, a través de los canales de ventilación.