Los altercados en esta localidad, donde Askatasuna había convocado un acto que fue prohibido por la Audiencia Nacional, se produjeron después de que agentes de la Ertzaintza dispersasen a los participantes de una manifestación no autorizada. Los violentos quemaron contenedores y colocaron barricadas incendiarias en distintas calles del municipio, además de otra en la carretera comarcal GI-131.
En el transcurso de los incidentes, la Policía vasca, que cargó con material antidisturbios, arrestó a estas cinco personas por desórdenes públicos.