Los equipos de rescate continúan este jueves los trabajos para recuperar el cadáver del niño de 10 años que el pasado sábado se cayó en un pilote de cemento hueco de 35 metros de profundidad en el sur de Vietnam.
Las autoridades, que ayer anunciaron la muerte del niño, tratan ahora de sacar el pilote en tres trozos, tras haber intentado sin éxito sacar toda la estructura de una pieza, en las obras de un puente en la provincia de Dong Thap, informó el medio VnExpress.
El pasado sábado y último día del año, Thai Ly Hao Nam, de 10 años, fue junto a tres vecinos a recoger metal en las obras de construcción en Dong Thap cuando se cayó al pilote de cemento hueco de apenas 25 centímetros de diámetro.
Las cámaras de seguridad de la construcción captaron el momento en el que el niño desaparece súbitamente al caer por el hoyo mientras caminaba por un terreno irregular de la zona.
Tras remover parte de la tierra que rodea el pilote con la idea de extraerlo, los equipos abandonaron el plan ante la posibilidad de que este se rompiera, según VnExpress.
Los ingenieros han pensado varias maneras de poder sacar el pilote, que está cerrado en el extremo inferior, usando grúas y equipos especializados.
Desde que ocurrió el accidente, unos 350 rescatistas, entre ellos policías y bomberos, se han desplazado al lugar para rescatar al menor.
Los rescatistas estuvieron bombeando oxígeno al agujero para que el menor pudiera seguir respirando y enviando agua.
Aunque al principio podían oírle pedir auxilio, luego dejaron de recibir señales de vida y, tras un examen forense, ayer le declararon muerto.
