También se exige que "las víctimas y sus familias sean escuchadas, acogidas y compensadas, incluso económicamente"
Víctimas de abusos y asociaciones católicas pidieron hoy a la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) "verdad, justicia y prevención" de los abusos a menores en la Iglesia católica, incluida su "plena colaboración en una investigación independiente", en uno de los pocos países de Europa donde no se ha tomado ninguna iniciativa para esclarecerlos.
Los abusos en el seno de la Iglesia "son violaciones de los derechos humanos", se afirma en una carta publicada este lunes, cuando comienza la Asamblea de la CEI para renovar su cúpula y abordar una posible investigación, por el grupo "Coordinación contra los abusos en la Iglesia católica - ItalyChurchToo".
"Si la Iglesia no respeta los derechos humanos, no puede predicar el Evangelio. Por eso, la obediencia al Evangelio puede llevar a la 'desobediencia' siempre que en nombre de la 'prudencia' nos arriesgamos a ser cómplices de delitos", dice la misiva dirigida al cardenal Gualtiero Basetti, presidente de la CEI, y a todos sus miembros.
Los firmantes pertenecen a asociaciones de víctimas, como Rete L'Abuso, pero también al "laicado católico, a instancias de diálogo interreligioso, la ciudadanía y algunos medios de comunicación sensibles".
En la carta se citan siete peticiones, como la "plena colaboración en una investigación independiente" y que "se abran y se pongan a disposición los archivos", así como "figuras profesionales neutrales y competentes para que la recogida de historias y testimonios sea (...) más fácil y rigurosa".
También se exige que "las víctimas y sus familias sean escuchadas, acogidas y compensadas, incluso económicamente", además del cumplimiento de medidas establecidas por el papa Francisco, como "la obligación moral y legal de denunciar los abusos".
Por último, instan a "la eliminación de los plazos de prescripción de abuso, como en otros países" y a que "se extienda al clero y a los voluntarios activos en la Iglesia el certificado obligatorio contra la pederastia".
"Estas peticiones pretenden equiparar la actuación de la Iglesia italiana con la de otras Conferencias Episcopales y diócesis individuales, y despejar cualquier duda sobre las reticencias que pueda tener el episcopado italiano respecto a la aparición del verdadero alcance del fenómeno en Italia", añaden.
"Coordinación contra los abusos en la Iglesia católica - ItalyChurchToo" expondrá en una rueda de prensa la respuesta de la CEI al término de su Asamblea, el próximo día 27.
En febrero pasado, estas asociaciones anunciaron la creación de la plataforma para exigir una investigación independiente y la publicación por parte del semanario italiano "Left" de la primera base de datos con los nombres de sacerdotes condenados o investigados por abusos a menores, procedente del archivo de Rete L'Abuso, fundada en 2010 por Francesco Zanardi, víctima de un sacerdote cuando era niño.
El activista aseguró entonces que "Italia es una anomalía en el panorama mundial" y que "los datos de Francia deberían asustar al Gobierno italiano", ya que existen "3.000 sacerdotes más que Francia", pero hay "una total resistencia" a abrir una investigación, "también desde las instituciones y la magistratura".