Los Verdes alemanes arrancaron hoy la ratificación del pacto de coalición que llevará al socialdemócrata Olaf Scholz a la Cancillería, necesario para la "puesta al día" de una Alemania rezagada en lo social, lo industrial y en el combate contra la crisis climática.
"Nuestro país debe despertar. Y afrontar de una vez a la crisis climática. Con este pacto lo lograremos", afirmó el co-presidente del partido, Robert Habeck, ante un congreso virtual de la formación.
Un día después de presentar su pacto con socialdemócratas y liberales, los verdes pusieron en marcha la consulta a sus 125.000 militantes, que debe ratificar ese tripartito inédito a escala federal. Los resultados se conocerán en diez días.
La formación recuperará con Scholz el papel de socio en un Ejecutivo de la primera economía europea que hasta ahora solo tuvo bajo el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (1998-2005).
En ese periodo marcó la pauta su ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, que de líder de un partido de esencias antijerárquicas pasó a jefe de la diplomacia alemana. Y pactó con la industria el adiós al apagón nuclear, luego asumido por Angela Merkel.
La formación ecologista entró en campaña con su co-presidenta Annalena Baerbock como firme aspirante a la Cancillería. Los sondeos a su favor se desinflaron, pero el partido quedó en un 14,8 %, su máximo en unos comicios nacionales.
El protagonismo pasó ahora a Habeck, quien tendrá el puesto de vicecanciller y se situará al frente del macro-ministerio de Economía y Clima, del que depende la modernización energética y la transición a la economía verde. La mayor transformación industrial en un siglo, en palabras de Scholz.
A Baerbock se le asignará Exteriores, una cartera en la que es difícil fijar líneas propias, en un país con unas pautas inamovibles desde hace décadas -europeismo, lealtad al eje franco-alemán o al transatlántico-. Pero se propone aunar la política exterior y el combate climático.
Agricultura será para Cem Özdemir, quien en 1994 hizo historia al convertirse en el primer diputado del Bundestag (Parlamento) de origen turco y lideró el partido entre 2008 y 2018. Para la cartera de Familia, Mujer y Juventud se designó a Anne Spiegel y para Mediambiente a Steffi Lemke.
El reparto estuvo precedido por un duro pulso entre representantes del ala pragmática e izquierdista, los claros perdedores de la pugna interna.
EL SELLO JOVEN
Los Verdes se nutren de mucho voto joven y su sello en el pacto está plasmado no solo en aspectos climáticos, sino también en actuaciones dirigidas a este electorado. Son en buena parte asignaturas pendientes de una Alemania, también en lo social, necesitada de actualizarse.
El objetivo de rebajar la edad para votar a los 16 años o la legalización del cannabis son algunos de esos puntos. Ideas renovadoras se plasman también en los apartados de familia, integración, equiparación de derechos o lucha contra la violencia de género, una lacra que hasta hace poco se consideraba un "drama privado".
En las 179 páginas del pacto se incluye el apoyo a una "reproducción libremente decidida", en lo que entran tratamientos de fertilidad y la supresión de restricciones al aborto. También se pide el fin del veto a la donación de sangre por parte de hombres homosexuales o transexuales.
LA LISTA LIBERAL
La presidencia liberal designó a sus cuatro ministros, a la espera de ratificar el pacto en su congreso del día 5, a tiempo para que Scholz se someta a su investidura en torno al 6 de diciembre.
A su líder, Christian Lindner, le corresponderá Finanzas, la cartera de la que dependen las inversiones millonarias para la digitalización, la economía verde o la vivienda. Lindner, defensor del freno de la deuda, pujó fuerte por ese ministerio.
Los otros ministerios del FDP son Transportes y Digitalización -para su secretario general, Volker Wissing, puntal del equipo que negoció la coalición-, mientras que Justicia será para el secretario ejecutivo parlamentario, Marco Buschmann, y el de Educación para la diputada Bettina Stark-Watzinger.
LA INCÓGNITA SANITARIA
El SPD desvelará la lista de sus ministros en su congreso, el día 4. El puesto de ministro de la Cancillería se atribuye al hombre de confianza de Scholz, Wolfgang Schmidt, y el de Trabajo al actual titular, Hubertus Heil.
En el aire está el nuevo ministerio de la Vivienda, del que saldrán las 100.000 viviendas por año de inversión pública -del total de 400.000 que se propone impulsar la coalición-.
Está por definir el de Sanidad, una cartera comprometida y de competencias limitadas. Parece destinada al experto Karl Lauterbach, cuya opinión es recabada a diario en esta pandemia. Pero el objetivo de la paridad de género habla en su contra.