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La tecnofobia emerge entre las distopias terroristas para 2040

El artículo 'Cinco distopías terroristas' ha sido publicado en The International Journal of Intelligence, Security, and Public Affairs

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  • Tecnofobia. -

Un estudio sobre la evolución mundial de la violencia radical organizada en los próximos decenios, apunta a la tecnofobia como la principal causa de terrorismo en el futuro.

El artículo 'Cinco distopías terroristas' ha sido publicado en The International Journal of Intelligence, Security, and Public Affairs por Manuel Ricardo Torres Soriano, experto en la materia y profesor en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, junto con en el profesor de la Universidad de Barcelona Mario Toboso Buezo.

Para determinar cuál será la motivación principal para el terrorismo en 2040, la investigación presenta una metodología basada en el análisis de escenarios a través de la descripción narrativa de cinco posibilidades que consideran la interacción de cinco tendencias: los avances tecnológicos de la biomedicina, el surgimiento de nuevas ideologías, cambio climático, desempleo estructural causado por la automatización completa y el crecimiento constante de las ciudades.

"Los cinco escenarios desarrollados en esta investigación ilustran la posible aparición de nuevas causas de insatisfacción, viejas y nuevas ideologías que legitimarán la acción del terrorismo, nuevas herramientas para hacer posible la existencia de organizaciones que operarán de manera clandestina y estructuras políticas que harán más atractivo este tipo de tácticas radicales ", explica Manuel Ricardo Torres Soriano, miembro del Grupo Asesor sobre Propaganda Terrorista del Centro Europeo contra el Terrorismo (ECTC), que pertenece a EUROPOL.

El bosquejo de estos escenarios futuros se basa en una exhaustiva revisión bibliográfica de los principales contextos señalados por instituciones como las agencias internacionales de inteligencia o instituciones educativas como las universidades. Además de eso, se tienen en cuenta los estudios a largo plazo que contemplan el impacto de la tecnología en 20 años.

Entre las principales conclusiones de este estudio se destaca la importancia que la tecnofobia podría adquirir en las sociedades futuras. Torres Soriano explica que "la naturaleza transversal de la tecnofobia hace posible que sea una gran fuerza movilizadora en los cinco escenarios planteados, siendo potencialmente adoptada por todas y cada una de las clases de las sociedades futuras, independientemente de su origen étnico, creencias, cultura política o nivel de desarrollo material".

Además, según el investigador, la dificultad de designar la 'mano que mece la cuna' hará que sea aún más fácil que ocurra esta violencia: "Los grupos terroristas actuales y los próximos se adaptarán a sus respectivas agendas, posiblemente teniendo nuevas prioridades, como el rechazo total de la sociedad tecnológica y la orientación contra cualquier objetivo y colectivo que crean que debería borrarse. Esto hará posible que aparezcan nuevas sinergias que hoy son impensables, como jihadistas, anarquistas, anticapitalistas, cristianos extremos, animalistas, todos ellos alienados en su lucha ciega contra un enemigo poco claro".

BROTES TERRORISTAS CADA 40 AÑOS DESDE EL SIGLO XIX

El artículo se basa en la clasificación realizada en 2001 por David Rapoport, que divide la historia en "brotes" o períodos de terrorismo que duran aproximadamente 40 años. Los investigadores agregan la tecnofobia a la clasificación tradicional de Rapoport, que incluye: el brote anarquista nihilista (desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial), el brote anticolonial (terminado en los años 60), el brote de extrema izquierda (terminado a mediados de los 90) y el brote religioso, que estamos experimentando actualmente.

Como explican los investigadores al comienzo del artículo, la investigación sobre el terrorismo que se desarrolla en escenarios futuristas no es común, ya que la predicción es uno de los campos más complicados para los académicos. Sin embargo, su introducción también señala que se necesita más investigación prospectiva para prever y luchar contra el problema que implica el terrorismo.

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