La pasión por el deporte provoca que haya personas que realicen auténticos sacrificios. Uno de esos ejemplos es la atleta bilbaína Aranzazu Saez Marcos que con 43 años sigue compitiendo en categoría máster-40.
Lo hace en el Club Atletismo Independiente Malagueño (Caim) desde octubre de 2016 y vive con la maleta bajo el brazo; porque esta policía antidisturbios, que se mueve por toda la geografía del País Vasco y trabaja de lunes a domingo semanas alternas, por lo que dispone de semanas completas que hace coincidir con su calendario deportivo para poder cumplir con ambas obligaciones.
“En el día a día se hace bastante duro porque trabajo los tres turnos y después de un servicio duro no te quedan ganas de ponerte las zapatillas y salir a correr”, explica Aranzazu Saez.
Conoció esta disciplina a los 9 años, cuando descubrieron en el colegio que ganaba tanto a chicos como a chicas y era muy competitiva. “En temporada de invierno siempre hice cross, una prueba que en el norte se hace bastante dura por el frío y el barro; pero a pesar de eso me hacía disfrutar muchísimo”, aclara la atleta, quien comenta que fue “afortunada por tener a mi padre y mi entrenador de entonces siempre a mi lado y ellos vivían con pasión cada uno de mis triunfos”.
Fue por casualidad por lo que aterrizó en el Caim, club que conoció en marzo de 2016. “Vine a ver un Campeonato de España de pista cubierta en Antequera y a través de una amiga conocí a Dani Sánchez y David Amores, que se encargaron de contagiarme de ilusión para que fichara con ellos”, recuerda la bilbaína, a quien la historia de este club le enganchó desde el primer instante. El Caim es uno de los clubes más antiguos de Andalucía, fundado en febrero de 1976.
“Su nacimiento tuvo que ver con la falta de ayudas a los atletas individuales. Esto me tocó la fibra ya que en mi juventud sufrí las consecuencias de esto mismo: siempre entrenando a oscuras, sin instalaciones adecuadas y ningún tipo de ayuda material; mucho menos económica”, confiesa la deportista, que disputó el pasado mes de noviembre el Iberoamericano celebrado en Lima, Perú, sumando la medalla de oro en las pruebas de 400 metros lisos, 400 metros vallas y 80 metros vallas.
“Ha sido gratificante competir a nivel internacional y llevar a lo más alto a mi club, que me ha devuelto todo y me ha hecho soñar como cuando era niña”, insiste Aranzazu Saez, quien se reafirma en que “tengo el orgullo de poder sentirme malagueña deportivamente hablando, y de corazón, que para mí es lo que más me emociona. Málaga es la ciudad que me ha acogido con lo brazos abiertos y en la que tengo a mi segunda familia".
La evolución de la bilbaína en el Caim ha sido inmejorable. En 2017, "un grupo de amigas", como ella misma describe, "conformaron el primer relevo femenino Caim que hizo historia logrando el oro en el Campeonato de Andalucía". Han ido creciendo hasta que en 2018 lograron el ascenso a Primera División (de clubes) y en 2019, fueron terceras de España
La etapa más prolífica de esta malagueña de adopción fue entre los años 91 y 97 en los que fue campeona de Euskadi de cross cuatro años consecutivos y subió a muchos podios repartidos por diversas pruebas de la geografía española. En los campeonatos nacionales, entre un total de 152 atletas en liza siempre se clasificaba entre las 20 primeras.
En temporada de verano, ya en pista al aire de libre, compitió en las pruebas que abarcan desde los 600 hasta los 3.000 metros y conquistó diversos cross internacionales como el de Lasarte y fue podio en el de Gimnástica de Ulia.
Atesoró el récord de Euskadi en la prueba de 600 metros con un minuto y 36 segundos en categoría cadete. Y fue campeona de España varios años consecutivos en las pruebas de 1000 y 3000 metros. En el 1992 se proclamó campeona de España de 3000 metros y al año siguiente fue campeona de España en pista cubierta en la misma distancia.