El mercado ha transformado la agricultura al demandar productos duraderos y estéticos para exportar, unas exigencias que afectan al sabor de hortalizas como el tomate, por lo que investigadores del IHSM La Mayora trabajan en recuperar las variedades de este fruto con sabor tradicional.
El responsable de esta recuperación es el investigador del CSIC Rafael Fernández, que ha explicado a Efe que desde el IHSM La Mayora CSIC-UMA ubicado en Algarrobo (Málaga) ofrecen a los agricultores de la zona semillas para que vuelva el cultivo de “tomates tradicionales de gran sabor”.
Fernández ha destacado que “desde los noventa hay propensión a cultivar híbridos comerciales con poco sabor en invernaderos para que tengan una larga vida y se puedan exportar”, por lo que ante la tendencia del mercado de proximidad “se puede recurrir a variedades antiguas” que esta estación conserva en su banco de germoplasma.
El IHSM La Mayora CSIC-UMA conserva en su banco de germoplasma “una gran cantidad de variedades antiguas andaluzas y de otros sitios de España que fueron recolectadas en los años ochenta por un plan de recuperación de variedades”, semillas que cada año deben regenerar para su conservación.
“Las variedades con mejor sabor pasan a una segunda fase de estudio en invernadero”, ha señalado Fernández, que ha concretado que eligen “las que se adaptan bien al cultivo en invierno y verano manteniendo su sabor”, dos criterios que deben superar para que estén a disposición de los agricultores para su recuperación
Fernández ha explicado que el proceso de recuperación es que los agricultores demanden estas semillas de variedades tradicionales a La Mayora para que se pueda cultivar y vender el producto en mercados de proximidad para devolver estos tomates de calidad y sabor a los consumidores de la zona.
Ha destacado que en Aragón “ahora está en tendencia el tomate rosa tradicional, el de toda la vida”, un tomate de verano y de cultivo al aire libre como la variedad huevo de todo de Coín (Málaga), un fenómeno que deja un vacío en la temporada de invierno que quieren recuperar en invernadero en la Costa del Sol oriental.
“En la Axarquía malagueña las condiciones climáticas son adecuadas para cultivar y obtener tomates en invierno en invernadero”, prueba de ello son “las variedades de ‘melilleros’ o los ‘negritos’ de Vélez-Málaga, que se cultivan en condiciones de baja temperatura”, un fruto que se convierte en una necesidad por su gran demanda.
Fernández ha sentenciado que el principal interés de esta institución es “conseguir que en invierno se vuelva a recuperar el cultivo del tomate tradicional de buen sabor, de buen aroma y excelente en la región de la Axarquía” para ofrecer un fruto de calidad.
Platos estrella de la cocina española como el gazpacho o el salmorejo adquieren gracias a las variedades tradicionales de tomate recuperadas el sabor de antaño, un gusto idéntico al de la comida que preparaban las abuelas que ahora, al fin, vuelve a la mesa.