Después de mantener una docena de largas entrevistas con Jorge Bergoglio, el sociólogo francés Dominique Wolton descubrió a un papa "muy original", que "habla como un laico" y que "no es un sacerdote al uso", y plasmó el resultado de esos encuentros en el libro "Política y sociedad".
A Wolton, que pese a tener una formación católica se define como "un científico agnóstico y laico", le atrajo esta figura por ser "el primer papa no europeo, el papa de la globalización y el primer papa jesuita, además de ser un gran experto en comunicación política".
"Su implicación política viene de su gran espiritualidad, y ésta tiene como guía vivir los evangelios", ha afirmado Wolton, que hoy asiste en Málaga a la primera presentación en España del libro, cuya traducción al español se publicará en el primer trimestre del 2018 tras un gran éxito de ventas en Francia.
A su juicio, el papa tiene "un planteamiento de izquierdas, pero basado en la revolución que ya plantean los evangelios de exigir generosidad a los ricos e identificar a Cristo con los pobres".
"Esa idea de compartir viene del evangelio, pero su traducción política le sitúa a la izquierda", según Wolton, que cree que Francisco es "una mezcla entre franciscano, por la simplicidad, y jesuita, por la intelectualidad".
Añade que el papa "no es un marxista, pero su lectura del evangelio es la que hace que defienda a los pobres y que apueste por evitar fracturas, construir puentes y dialogar permanentemente".
A Francisco "le encanta el contacto físico, comer con la gente, tocarla, no es nada protocolario, rompe con la imagen tradicional del protocolo de un papa y eso hace que sea muy popular".
Al emprender este proyecto, la primera sorpresa para Wolton fue que no hubiera "un acuerdo previo", y después descubrió en Francisco su "inteligencia y su fe, una persona confiada, elegante y con gran sentido del humor", que no ha querido "fiscalizar" la escritura del libro.
Cree que le eligió para escribir la obra porque le gustan los intelectuales franceses "si no son conformistas", porque no es italiano, porque no es periodista y porque no es sacerdote.
Insiste en que Francisco "detesta a los pretenciosos, a los cardenales de aeropuerto", y de hecho le permitió incluir en el libro "unas críticas muy fuertes a la curia".
"Está a favor de la presencia de las mujeres en la curia y de que los divorciados puedan comulgar, y no se opone a la unión civil entre homosexuales, no llamándola con la palabra matrimonio", ha añadido.
En sus encuentros hablaron "un poco nada más" sobre fútbol, porque al papa le gusta más que a Wolton, y Francisco hacía "permanentemente chistes sobre los franceses, los europeos y, especialmente los argentinos, porque son muy pretenciosos, y de esa forma de alguna manera hacía una autocrítica".
Para Wolton, que es el actual director del Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS), Francisco ha implantado "un estilo de papado más simple, más pastoral y menos oficial", y será "muy difícil volver a los estilos anteriores después de este papa".
"Está empeñado en que las mujeres tengan un sitio en la curia; no le da gran importancia a la sexualidad, con lo que rompe con la tradición católica", y se muestra "más tolerante y menos doctrinal con las formas de la familia", puesto que da una gran relevancia a la familia, "tanto a una familia natural como a una familia recompuesta", según Wolton.