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La escritura perpetua

Zidane

A Zidane le perjudica la proximidad del ‘Cholo’ Simeone, un maestro de la estrategia y la pizarra, del juego de laboratorio mezclado con la pasión latinoché

Publicado: 27/01/2021 ·
16:58
· Actualizado: 27/01/2021 · 16:58
  • Zinedine Zidane. -
Autor

Luis Eduardo Siles

Luis Eduardo Siles es periodista y escritor. Exdirector de informativos de Cadena Ser en Huelva y Odiel Información. Autor de 4 libros.

La escritura perpetua

Es un homenaje a la pasión por escribir. A través de temas culturales, cada artículo trata de formular una lectura de la vida y la política

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Zinedine Zidane ha sido uno de los mejores jugadores de la historia reciente del fútbol, y como entrenador ha conseguido con el Real Madrid tres Champions, lo que no ha evitado que sea un técnico frecuentemente discutido, sin la confianza que merece su brillante currículum, en un club pionero en la transformación del fútbol como negocio y en dejar atrás aquella vieja aroma del balompié popular. El Madrid fracasó en la Copa la pasada semana en Alcoy, en un campo, El Coyao, con vestuarios con olor a humedad y a linimento, mientras desde la planta noble de la entidad, esa especie de Wall Street balompédico siglo XXI, se intriga desde hace tiempo por la creación de la Superliga europea, que destrozaría el fútbol tradicional, el que viene de los partidos de aquel Carrusel Deportivo de Vicente Marco. Cuentan que hay una frase recurrente de Florentino Pérez: “Cuando me asomo al campo y veo a Lucas Vázquez de titular, pienso que algo he hecho mal”. La apuesta por los jóvenes sigue como máxima entre la dirigencia del club, algo que choca con la idea de Zidane. El técnico, que estos días guarda cuarentena por coronavirus, cuenta con los veteranos, unos doce jugadores que le han proporcionado títulos en el pasado y han salvado los momentos críticos de esta temporada. La línea de centrocampistas integrada por Modric, Casemiro y Kroos, por ejemplo, es titular desde 2015. Alfredo Relaño sostenía en un reciente artículo que hay un Real Madrid en el exilio, formado por excelentes jugadores que han salido del club “porque Florentino decidió abaratar la plantilla, a fin de ahorrar para su proyecto de lata de sardinas gigante y galáctica”.  

A Zidane le perjudica la proximidad del ‘Cholo’ Simeone, un maestro de la estrategia y la pizarra, del juego de laboratorio mezclado con la pasión del fútbol latinoché. Simeone se convirtió en una especie de general de novela de García Márquez desde que llegó al Atlético en 2011, indiscutible, reconocido como mejor entrenador de la década, y Zidane es como ese coronel que no tenía quien le escriba. Zidane conecta con técnicos como Miguel Muñoz, convencidos de que lo determinante es la calidad del jugador. A Zidane no le gustan los vídeos, ni el estudio del rival, ni el trabajo de despacho. Es partidario de la imaginación, de los futbolistas hechos y no por hacer, quizás, en definitiva, su ideal sea la estrategia de Luis Molowny que, como premisa esencial, decía a sus futbolistas antes de cada partido: “Salten al campo y jueguen al fútbol”.

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