El cambio de emplazamiento a la zona baja del Parque Feria de parte de los puestos del mercadillo ambulante no ha satisfecho a parte de los vendedores que cada martes se dan cita en este enclave.
Así, los tenderetes dispuestos en las calles transversales a las principales mostraron su descontento con la notable caída de sus ventas. De esta forma, más de una decena de puestos criticaron un emplazamiento que consideran inadecuado.
En primer lugar los vendedores señalan que mientras el resto del parque se encuentra hormigonado, la zona a donde les han desplazado sólo tiene albero. Esto provoca que sus mercancías “se ensucien con el polvo y se desgasten”. Además, temen que los días lluviosos la zona se pueda convertir en un barrizal que aleje a los potenciales clientes.
Es más, los comerciantes critican que la falta de acondicionamiento y señalización provocó ayer mismo la caída de una mujer sin consecuencias graves.
Asimismo, denuncian que a pesar de dos modificaciones, el traslado a las calles transversales se ha realizado de forma arbitraria ya que ni siquiera los números de los puestos son correlativos, provocando que los vendedores se hayan encontrado esta mañana despistados y con nuevos vecinos.
En esta línea, varios de los comerciantes recuerdan que todos pagan por igual sus tasas, por lo que no entienden por qué la zona en la que se encuentran ahora es “manifiestamente peor” que la principal. Por ello aseguran que sus ventas descendieron “al no venir nadie”.
Según informan varios de los vendedores, se dirigieron al personal de Mercados para dejar patentes sus quejas y obtuvieron por respuesta que “el que no esté contento que se aguante o se marche”. En este punto, los comerciantes alegan que quien debería marcharse es el responsable encargado de los ajustes solicitados si éste no es capaz de dar una solución a sus peticiones.