La próxima peatonalización de dos de los cuatro viales de la plaza de las Angustias va a dar pie a nuevas actuaciones en este sentido en las calles Higueras y Santísima Trinidad, cuyo acceso va a quedar reservado a los residentes una vez que culmine la ejecución de este proyecto.
La Junta de Gobierno Local aprobó este lunes el inicio de la licitación de las obras de peatonalización de la plaza de las Angustias, con idea de que los trabajos puedan comenzar “a principios” del próximo ejercicio 2018. Los trabajos van a contar con un periodo de ejecución aproximado de tres meses y un presupuesto de 300.000 euros, que se financiará con cargo a la iniciativa Edusi, que se nutre de fondos de la Unión Europea (UE).
Como ya se había venido avanzando, la peatonalización de la plaza de las Angustias afectará al tramo comprendido entre Diego Fernández Herrera y Levante; así como el que va desde la esquina de Higueras y Levante hasta la Corredera. Por el contrario, se mantiene el tráfico que transcurre ante la capilla de las Angustias y el que une el inicio de Porvenir con el final de Corredera, donde la circulación pasa incluso a tener doble sentido.
La peatonalización del tramo comprendido entre Diego Fernández Herrera y Levante afecta a las calles Santísima Trinidad e Higueras, a las que únicamente se podrá acceder desde Medina. Al quedarse sin salida hacia la plaza de las Angustias, ambas calles quedarán de algún modo semipeatonalizadas, reservándose el acceso a los residentes.
De hecho, se contempla que en una segunda fase de la intervención que ahora va a acometerse, se dote a ambas calles de la misma solería que se va a colocar en los tramos de Las Angustias que queden peatonalizados.
La alcaldesa, Mamen Sánchez, enmarcó el proyecto de la plaza de las Angustias en el deseo del Gobierno local de “hacer del centro histórico un lugar más accesible” y como parte de su “estrategia para la revitalización de esta zona de la ciudad, dando prioridad al peatón y recuperando el espacios público para los ciudadanos”.
Esta actuación subraya de hecho el “compromiso” del Ejecutivo “por revitalizar el centro histórico” y hacerlo más atractivo incluso “para la actividad económica y comercial”, relacionando Sánchez este proyecto con el puesto en marcha recientemente en la plaza Belén.
En la presentación del proyecto también estuvo presente el portavoz de IU en el Ayuntamiento, Raúl Ruiz-Berdejo, ya que esta obra fue en su momento demandada por esta formación política. “Esta propuesta responde a una demanda de la zona y contribuirá a equilibrar el centro, a un mejor aprovechamiento de los espacios públicos y a recuperar el tránsito peatonal en la zona”, dijo.
El área ‘no peatonal’ pierde el adoquín
El proyecto contempla la peatonalización completa de dos de las calles perimetrales a la plaza. Se prevé la eliminación de la calzada, transformándola en plataforma única y utilizando una solería similar a la existente en la calle Corredera. Para los dos viales en los que se mantendrá el tráfico, el proyecto prevé la retirada del pavimento de adoquín y la colocación de uno nuevo de aglomerado que reducirá el ruido que provoca la rodadura actual. También se ha previsto el traslado de las paradas de autobuses al inicio de la calle Porvenir, para de este modo permitir el doble sentido de la circulación en el vial principal que no va a ser peatonalizado.