Después de más de un año con vigilancia privada costeada por los vecinos y los propios comerciantes de la calle Medina, por fin pueden afirmar que tras más de siete años está céntrica vía está recuperada del trapicheo por el negocio paralelo de segunda mano que habían montado un grupo de ciudadanos extranjeros a las puertas del Cash Converter.
El historial no podía ser peor, pero tras decenas de intervenciones policiales y denuncias de los vecinos por las peligrosas broncas que se daban en la zona entre estas mismas personas disputándose las ventas -prácticamente abordando a los clientes que acudían al establecimiento de segunda mano- el punto de inflexión llegó con la grave puñalada que recibió uno de ellos y que casi le cuesta la vida. Fue el trabajador de un bar de la calle el que le asistió y prácticamente le salvó la vida por la diligencia con la que llamó al 061 y dio parte de los hechos tras un desagradable suceso que ocurrió en plena tarde y que hizo que vecinos y negocios de la calle gritaran basta y se plantaran.
Finalmente, el operativo permanente desplegado por las fuerzas de seguridad de los dos cuerpos para disuadir a estas personas de este foco dejó de serlo y los vecinos y comercios optaron por pagar de sus bolsillos para lograr la seguridad y la paz en su calle y su centro de trabajo. Ahora hacen balance y tienen claro que ha merecido la pena porque esta vía ha conseguido zafarse del “ambiente raro” que tanto daño hacía a la imagen de Medina.
“La calle Medina ha vuelto a la normalidad de toda la vida, sin los follones de estos años atrás pero tanto los comerciantes como los vecinos como las fuerzas de seguridad seguimos muy pendiente para que todos los esfuerzos de estos años e incluso el dinero que nos ha costado no caigan en saco roto. No podemos volver a dar ni un paso más atrás”, señala el presidente de la asociación de comerciantes Asunico, Manuel García, que ha abanderado esta lucha durante años.