La capilla del antiguo asilo de San José acoge este viernes, a partir de las 21.00 horas, una eucaristía que servirá para despedir al Señor del Prendimiento, que estos próximos meses va a ser objeto de una restauración por parte de la empresa jerezana Ressur S.L. bajo la dirección técnica de Francisco García Brenes.
Se trata de una intervención parcial que en ningún caso afectará a la policromía de la imagen, ya que se centrará en su consolidación estructural.
En concreto son dos los problemas que preocupaban a la junta de gobierno. En primer lugar, la oscilación de la imagen en su paso de salida, corregida en los últimos años con la colocación de unas tirantas de acero inoxidable que, a modo de corsé, garantizaban su estabilidad.
A esta deficiencia, observada hace ya más de una década, se ha unido en estos últimos años una fisura en la cabeza, que ha sido la que ha llevado a adoptar la determinación de intervenir a la imagen. Esta fisura podía provocar la aparición de humedades en el interior de la talla, ya que cualquier gota de agua que pudiera entrar por ella, e incluso el polvo una vez humedecido, podían hinchar la madera y provocar daños mayores a la imagen. De ahí precisamente que el cabildo general de hermanos, reunido en sesión extraordinaria el pasado mes de octubre, adoptase la determinación de acometer esta intervención una vez finalizada la Semana Santa, tal y como ha ocurrido.
Se estima que el Señor del Prendimiento podrá ser repuesto al culto a lo largo de este próximo verano, si bien conviene ser prudentes a este respecto ya que habrá que estar atentos al desarrollo en sí de la intervención.
Ese regreso podría coincidir en el tiempo con el traslado de la imagen a la iglesia de Santiago, cuyas obras de rehabilitación se encuentran prácticamente concluidas.
Conviene recordar a este respecto que el Obispado expresó su intención de que las hermandades que se encuentran ahora fuera de Santiago regresen al histórico templo en procesiones extraordinarias.
En el caso de la Hermandad del Prendimiento, la fecha de esa procesión está condicionada tanto a la finalización de las obras de Santiago como a la conclusión de la restauración de la imagen.