Fincas agrícolas de Jerez de la Frontera, Medina Sidonia, Sanlúcar de Barrameda, Rota y Arcos de la Frontera se han beneficiado de estos fangos que son obtenidos mediante la concentración que se realiza en la depuradora con los espesadores por gravedad.
La estabilización de estos fangos se realiza mediante el proceso denominado digestión anaerobia, consistente en que por falta de aire las bacterias contribuyen a su proceso.
Estos lodos generados se consideran un residuo no peligroso y su sequedad mínima es del 20 por ciento, con lo cual aportan humedad para la finalidad como abono. Tras su deposición en forma de capa superficial en las parcelas receptoras, y después de un período variable para la culminación de su maduración durante el que se procede a varios volteos con retroexcavadora, se lleva a cabo su incorporación al perfil del cultivo en la capa más superficial del terreno agrícola y como sustancia para abono.
El concejal de Medio Ambiente, Manuel Aguilera, muestra su satisfacción por el trabajo que lleva a cabo la empresa Aqualia en el funcionamiento de la EDAR linense. “Es un nuevo ejemplo del beneficio que medioambientalmente aporta esta instalación. Si ya es positivo que las aguas negras y residuales sean tratadas y vertidas al mar tras ser depuradas, también lo es el aprovechamiento como abono de los lodos que se generan”.