Sólo algunos paseantes o personas que acudían a la playa a correr poblaban la playa del Rinconcillo. Nadie llegó a desplegar la toalla, y un viento de poniente bastante fresco obligó a algunos a no quitarse ni la manga larga. Algunos, sin embargo, aprovecharon para la práctica del deporte.En Getares, los vigilantes contemplaban el horizonte marino sin nada o muy poco que hacer, ya que la playa estaba casi desierta.
Servicios
Todo esto se produce a pesar de que la Delegación de Playas activó el jueves todos los servicios de que disponen las zonas litorales ante la previsión de una gran afluencia.