Rendirse no existe en el diccionario de la vicepresidenta de SOS Bebés Robados Cádiz, la jerezana Luisa Fernanda Terrazas. Desde que en 2010 pusiera su primera denunciante la Audiencia Nacional de un presunto caso de esta trama y por partida doble, pues se trataba de sus dos gemelos nacidos en 1972, esta vecina de La Plata no ha parado de luchar. Cuatro años después, ella y su marido han decidido recurrir al Tribunal Constitucional después de que finalmente su denuncia haya sido archivado en la Audiencia Provincial y ya hayan terminado de agotar todos los recursos.
En estos momentos ultiman con su abogado la demanda que formalizarán antes de que termine este mes, convirtiéndose así en el primer caso de la provincia que llega al Alto Tribunal. Respaldada por su asociación y por su familia, Terrazas sabe que se enfrenta a un proceso que les va a acarrear unos gastos económicos considerables, pero el que en el auto en el que se le ha archivado su caso por haber prescrito se haga mención expresa a que pudiera haber indicios de delito de detención ilegal hace que no se resigne con esta resolución, lo cual no se ha dado hasta ahora en ninguna otra denuncia.
Además, también en dicho auto la Audiencia insta al Gobierno a que cree un banco de ADN. Hay que tener en cuenta que la doctrina que ha predominado en la provincia es la de decantarse por las prescripciones si la denuncia es anterior a 1979, si bien el propio fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, llegó a dictar hace un año una instrucción de unificación de doctrina instando a los fiscales a investigar el más amplio número de casos, incluidos “los más remotos” en el tiempo. Sin embargo, lo que fue recibido como un impulso entre las asociaciones de familiares y víctimas de los casos de bebés robados, se ha quedado reducido a una mera declaración de intenciones.
De momento, esta familia ya ha contactado con un procurador en Madrid y está dispuesta llegar hasta el final. “Me han animado a que dé este paso; además si lo admite se dará vía libre al resto de archivos que se han producido”, apunta la representante de SOS Bebés Robados, que no pierde la esperanza en que el Constitucional les pueda dar la razón. “No quieren meterse en esto, porque después de que el mismo médico que me asistió a mí haya declarado ya cinco veces, dos como imputado, y su nombre se repita en varios casos de Jerez, sin contar con otra matrona, personal de la funeraria...hay muchas pruebas”, lamenta.
Precisamente, Terrazas sospecha que las trabas que últimamente se están encontrando para que en el Hospital de Jerez les faciliten los historiales de los nuevos casos que van a denunciar se estén dando a conciencia -de obtenerlos en 15 días han pasado a tardar dos meses- y estén motivadas por los deseos de facultativos que todavía siguen vivos y que de alguna manera estuvieron relacionados presuntamente con la trama. Además del Alto Tribunal, la delegada en Jerez de esta asociación y otras afectadas del colectivo también han denunciado su caso ante las Naciones Unidas y el Parlamento Europeo. No piensan tirar la toalla.
Las contradicciones en la muerte de sus gemelos al nacer
Luisa Fernanda Terrazas y Francisco Tocón fueron de los primeros que denunciaron haber sido víctimas de un caso de ‘bebés robados’ en Jerez al llevar a la Fiscalía la supuesta desaparición de sus dos gemelos recién nacidos en 1972. Desde entonces, han liderado la lucha de decenas de padres que se han constituido en colectivo para pedir justicia contra los responsables de los hechos, encontrar a sus hijos y aclarar las contradicciones que se dieron tras el alumbramiento de sus pequeños. En su caso, esta vecina de Jerez dio a luz a un niño y una niña el 24 de febrero de 1972 en el Hospital de Jerez que supuestamente fallecieron a los pocos días de nacer. Sin embargo, las múltiples contradicciones con las que se encontró este matrimonio les hace sospechar que sus niños fueron entregados de forma irregular para ser adoptados por otra familia. “Según el Hospital, la niña sólo vivió ocho días, mientras que en los papeles aparecen que murió más tarde y que se les estaban medicando en una fecha en la que ya supuestamente estaban muertos. También dicen en el Hospital que los niños estuvieron en la incubadora y eso es mentira; nunca estuvieron. Yo no les vi ni las caras ¿a qué niños me enseñaron por Dios?”, lamenta Terrazas, que está dispuesta a llegar hasta el final le cueste lo que le cueste. Siempre tuvo claro que sus hijos se los habían llevado y que sus restos no se encuentran en las fosas comunes del cementerio tal y como les dijeron, pero a raíz de esta trama y de los casos conocidos en todo el país, esta vecina de La Plata está convencida de que sus hijos, que ahora tendrían 41 años, están en algún lugar de este mundo.