La ciudad de Jerez recibe cada día entre 18.000 y 20.000 trabajadores residentes en los municipios del resto de la provincia, un número similar al de jerezanos que recorren diariamente el camino inverso. Las cifras fueron aportadas ayer por el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas, y a su juicio vienen a demostrar que en materia laboral no existen fronteras y menos aún en una provincia que en los últimos años ha visto mejoradas sus comunicaciones.
Sánchez Rojas fue recibido ayer por la alcaldesa, María José García-Pelayo, con quien coincidió en la apreciación de que “Jerez no puede ser una isla”, una labor en la que se encuentra el Gobierno local, que tiene la certidumbre de que “lo que sea bueno para la Bahía es bueno para Jerez y lo que es bueno para Jerez es bueno para la Bahía”. Precisamente por ello, García-Pelayo avanzó que en el seno de la próxima reunión del comité ejecutivo de la CEC saldrá “un compromiso nítido por parte del Ayuntamiento hacia el proyecto de Las Aletas”.
“Tenemos que ser muy conscientes que, especialmente en estos tiempos, tenemos que corregir errores del pasado y cada proyecto que se haga en la provincia se debe ver como un proyecto provincial sea cual sea el espacio o la ciudad donde se haga”, abundó.
García-Pelayo advirtió de hecho de que todos los alcaldesa y responsables políticos de las diferentes administraciones están en la obligación de “cambiar el chip”, apostando por proyectos de carácter supramunicipal que redunden en beneficio de las diferentes comarcas.
El pequeño comercio
En el transcurso del encuentro que mantuvieron García-Pelayo y Sánchez Rojas se habló también de la situación que viene padeciendo el pequeño comercio, especialmente aquel que se ubica en el centro histórico de la ciudad.
El presidente de la CEC instó a los comerciantes a no considerar a las grandes superficies como enemigas de sus negocios, sino a aprovechar sinergias de manera que se trabaje en busca del bien común.
Además, recordó que el centro histórico ofrece una serie de atractivos con los que no pueden competir precisamente esas superficies situadas en el extrarradio.
