A las 10,00 horas de este martes han despegado de la Base Aérea de Zaragoza los dos aviones C-130 Hércules del Ala 31 del Ejército del Aire que viajan a Estados Unidos para traer de regreso a España el tesoro que transportaba la fragata 'Nuestra Señora de las Mercedes, capturado por la empresa norteamericana Odyssey.

El tesoro consiste en casi 16 toneladas de monedas de oro y plata y otros objetos de valor que transportaba la fragata, hundida el 5 de octubre de 1804 por buques de guerra británicos en aguas del Golfo de Cádiz. El viaje lo realizan este martes cuatro tripulaciones con 26 hombres en total, casi 208 años después de la fecha prevista para la llegada de la fragata, según informa el Ministerio de Defensa.

Los aviones tienen previsto llegar a Tampa (Florida) en dos días. Al frente de las tripulaciones del Ejército del Aire está el comandante Miguel Ángel Tobías que ha expresado su satisfacción y la de su equipo por la misión que se les ha encomendado de traer de vuelta a España el tesoro de la fragata.

Sin la Guardia Civil
Finalmente, la Guardia Civil no se encargará de escoltar el regreso del tesoro del Odyssey a España y se hará cargo de custodiar la seguridad de las monedas a su llegada a territorio nacional, según han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado.

Pese a que inicialmente la Guardia Civil había informado de que agentes de este cuerpo iban a participar en las labores de repatriación del tesoro, las fuentes consultadas han precisado posteriormente que la organización del viaje ya estaba planificada sin la presencia de los guardias civiles y que su inclusión "podría retrasar" el operativo previsto.

Así este martes, los seis expertos procedentes del Museo Arqueológico Nacional y el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, acompañados por personal de la Subdirección General de Protección de Patrimonio Histórico, podrán entrar en el almacén donde permanece custodiado el tesoro.

Desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se ha reiterado su "profunda satisfacción" ante esta decisión judicial "que pone fin a un largo proceso judicial y que sienta un precedente histórico en materia de protección del patrimonio subacuático".