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Jerez

‘Eres libre’, la nueva apuesta por el ‘cine social’ de Abraham Beato

Para su tercer corto, el cineasta jerezano aborda el mundo de los malos tratos tras su experiencia con ‘La vida de Ádela’ y 'El regalo'

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Abraham Beato durante el rodaje de una de las secuencias

Abraham Beato durante el rodaje de una de las secuencias

  • Beato reivindica que se sitúe a los cortos a la altura de los largometrjaes, ya que no cuentan con la misma visibilidad

Abraham Beato llegó tarde al mundo del cine. Está a punto de cumplir 43 años y se estrenó como cineasta hace dos, aunque en ese mismo año (2021) ya logró firmar sus dos primeros cortos: La vida de Ádela y El regalo. En ambos aparecía presente la que dice ser una constante en su obra, el cine social, que ahora refuerza con su tercer trabajo, del que acaba de culminar el rodaje, Eres libre, en el que aborda los malos tratos del hombre sobre la mujer y para el que ha contado con más apoyos y un equipo técnico y artístico de mayor nivel.

Para Eres libre ha contado con la colaboración de los ayuntamientos de Jerez y El Puerto a través de sus correspondientes Film Office, que le han facilitado el trabajo a la hora de rodar en las localizaciones previstas, caso del Monasterio de la Victoria o los juzgados, y también ha contado con la participación de la Policía Nacional en Jerez.

Pero, como resalta, ha sido su trabajo más ambicioso hasta ahora, ya que ha contado con un amplio reparto profesional, eminentemente femenino, en el que se encuentran Esperanza Jaén -su actriz protagonista-, Bibiana Marín, Manny Almagro, Esther Machín y Ana Salas; y con un equipo técnico mucho más profesional. Asimismo, es su primer trabajo de ficción cien por cien, pese a que parte de una historia real.

“En La vida de Ádela contaba la historia de las personas que, al fallecer un ser querido, optan por depositar sus cenizas en un campo donde crece un árbol, de manera que ese árbol se convierte en el punto de reencuentro de sus familiares, en vez de hacerlo en un cementerio”. El de El regalo, por su parte, fue un encargo de la Junta de Andalucía para hablar de la realidad de los niños sin hogar y sin familia, a partir de su propia experiencia, ya que tiene una niña de acogida.

Ahora se adentra de lleno en un asunto más delicado y presente en la sociedad actual, el de los malos tratos y la violencia machista en el ámbito del hogar. “Mi empeño es contar historias reales y en esta ocasión quería hacerlo a través de un drama sobre esta realidad”, relata. “No he escogido un caso en particular, porque además del maltrato a la mujer, quiero hacer ver que el maltrato está presente en nuestras vidas de muchas formas, no solo el del hombre hacia la mujer, sino, por ejemplo, a través del bullying en los colegios”. De hecho, a la hora de ponerse con el guion, todo parte de la publicación de las estadísticas de suicidios que tienen lugar en nuestro país y que tienen su origen en diferentes formas de maltrato. “La historia es ficticia pero se ajusta a la realidad y creo que muchas personas se pueden identificar con lo que cuento”, apostilla.

El corto se encuentra ahora en fase de post producción, con todo lo relativo al sonido, el tratamiento de la imagen, la incorporación de la banda sonora..., a la espera de poder contar con él en unos meses y presentarlo a varios festivales y que pueda tener su recorrido.

Beato asegura que con este corto ha “disfrutado” y quiere seguir disfrutando de todo el proceso. “Empezamos el rodaje en el mes de septiembre y hemos estado trabajando en el mismo durante casi seis meses, pero todavía nos queda producir todo el corto”. De momento, no solo lo ha disfrutado, sino que se encuentra muy satisfecho con el rodaje y la historia en sí misma, hasta el punto de que cree que es “una historia que puede dar pie a otras más en el futuro, con la presencia de la misma protagonista, ya que al tratarse de un corto se me han quedado por contar muchas cosas de ella”. De hecho, entre los proyectos que tiene en cartera se encuentra la posibilidad de hacer una especie de “spin-off” sobre la protagonista, pero no ya para seguir abordando el drama del maltrato, sino para profundizar en otros aspectos de la vida a través de los ojos del mismo personaje.

Una posibilidad que podría haber explorado directamente a través de un largometraje, aunque Abraham Beato se define como un gran defensor del cortometraje como soporte para contar historias, y pese a que la posibilidad de realizar un largo sea “el sueño de todo cineasta”. Una circunstancia que se enfrenta asimismo a otra realidad, la de la escasa difusión con la que cuentan los cortometrajes en nuestro país, más allá de los festivales. “El corto no tiene difusión ni se le presta el interés que debería tener. Si se le equiparara al largometraje la cosa cambiaría. El largo es más mediático y le da un empujón más grande a tu carrera”, pero subraya que, por ahora, el corto le da ya muchas satisfacciones. “Los hago rodeados de amigos y familiares, y sobre todo estoy cumpliendo el sueño de hacer cine”.

Un sueño que empezó a forjar bastante tarde. Es más, su profesión es la de cuidador de personas con autismo, que durante estos últimos años ha podido compaginar con la de sus proyectos cinematográficos.  “Es verdad que me inicié tarde, pero llegó cuando tenía que llegar. Al principio me costaba hacer cosas así, pero el desarrollo tecnológico ha facilitado mucho la labor a la hora de realizar un corto o una película, con lo que sí he hecho es ampliar mi formación técnica, ya que durante todo este proceso he sido muy autodidacta”. Lo hizo a través de la lectura de tutoriales y asistiendo a la Escuela de Cine de Cádiz, que le han ayudado a formarse a la hora de dar un paso cada vez más profesionalizado como cineasta.

 

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