La interpretación siempre estuvo en su vida de una forma inconsciente, pero fue su conciencia la que la invitó a investigar y decidirse, como si de una locura se tratara, a formarse como actriz y trabajar por el teatro, en su caso bilingüe y dirigido al público infantil.
María Prieto (Córdoba, 1992) es Licenciada en la Especialidad de Interpretación de Arte Dramático, una mujer creativa y con una sensibilidad que marca cada proyecto que emprende al frente de la compañía teatral ‘Banánica’, de la que es directora artística y que fundó hace cinco años junto a Luis Hidalgo, director técnico de la misma.
Y un lustro lleva afincada en la capital jiennense, pero su andadura profesional arrancó hace una década, cuando comenzó sus estudios. “Nunca tuve claro dedicarme a la Interpretación, al menos de forma consciente. De pequeña ya hacía montajes de teatro para mis primos en casa. Siempre estaba inventando. Al contarles a mis padres que quería ser actriz me puse a llorar, pensando que no me apoyarían. Pero lo hicieron. Siempre tuve una vena dramática latente”, dice entre risas.
Al terminar la carrera, no dudó en pasar dos años en Inglaterra, animada por un compañero que era director de teatro, ya de la mano de Luis Hidalgo, con el que montó la compañía ‘The Burning House’, para participar en el festival ‘From Devon With Love’, con la obra Fando y Lis, de Fernando Arrabal.
Al volver, apostó por crear obras con personajes españoles e ingleses porque creyeron que el público infantil lo que necesitaba era el apoyo del castellano para familiarizarse con el idioma extranjero. “Los personajes intentan comunicarse y aprenden unos de otros”, reconoce en su apuesta por hacer teatro para enseñar inglés.
Y lo hace con ‘Scarborough Fair’, “el primer experimento de jugar en teatro con el inglés”; ‘Animalarium’ y ‘El lobo de los cuentos’, ésta última con apenas representaciones por la paralización de la actividad cultural por la pandemia del Covid-19. “En marzo de 2020 estábamos actuando en Dos Hermanas y al volver a casa, ante el cierre de colegios, nos paró la actividad de los meses siguientes. 2020 ha sido un año muy complicado. Tuvimos que parar de trabajar, sin más opción. Es una pena que ahora estemos así, con mitad de aforo, más cohibido todo. La gente tiene gana de conectar y que le cuenten historias”, recuerda.
Pero no se rindió y apostó por una alternativa al teatro presencial. Desde finales de 2020 trabajan en un Escape Room bilingüe digital, bajo el título ‘Crocobits’, que incluye escenas cinematográficas. “Es un híbrido entre un cortometraje y un escape room. Me ha permitido involucrarme en todo el proceso creativo, desde el guion, los personajes, las escenas, la música. Mandamos el enlace a los centros escolares y junto al profesor, con un proyector en clase, los alumnos pueden participar”, aclara.
Pero el teatro es su vida. “Me da la oportunidad de transmitir energía y sentir la que te devuelve el público. Esa experiencia sólo la vives en el teatro. Me gusta tanto porque vivo el momento, estoy con el público, intentando transmitir. El público siempre te devuelve algo y como actriz, soy adicta a esa comunicación”, valora.
Como creativa, su sensibilidad siempre está presente. “Mi huella es la necesidad de comunicar”, aclara. Le preocupa impulsar protagonistas femeninas, huyendo de personajes tradicionales, apostando por los que posicionan a la mujer en un plano de igualdad respecto a los hombres. “Busco que los niños vean otro tipo de personajes, no los típicos de los cuentos. Hay chicas protagonistas que no necesitan a un chico que la salve. Quiero que los niños para los que actúo vean que tienen el poder de hacer lo que quieran. Yo me lo he tenido que creer para que me pase todo lo que estoy viviendo como actriz y con la compañía”, dice.
Con una producción teatral para público infantil y familiar, asegura que “los niños disfrutan muchísimo y se meten en la obra desde el minuto uno”. Dice: “Son muy participativos y es importante que sientan la necesidad de acercarse al teatro, de consumirlos, desde pequeños”. Y es que tiene como público a niño de apenas tres años, en adelante, no sólo de Jaén, sino de toda Andalucía y también de Albacete.
“Jaén y su provincia me ha hecho vivir una buena experiencia desde los inicios de la compañía. Nos han acogido bien. No nos podemos quejar. Hay mucho movimiento de cultura, más del que puede parecer a priori. Hay una gran oferta cultural y muchas iniciativas. Hay que valorar lo que se hace en Jaén”, espeta.
Su primer trabajo como actriz, ajeno a su compañía, ha sido interpretar a Rosa en la obra de teatro ‘Ushuaia’, un texto del reconocido dramaturgo jiennense Alberto Conejero, bajo la dirección del también jiennense Carlos Aceituno. “Es un personaje muy interesante. Estoy muy contenta. Me enganchó que fuera un texto de Conejero, con el que aprendí mucho en un curso. Su sensibilidad al enseñar me hizo presagiar que la obra me encantaría, también el personaje. El montaje de Aceituno es increíble”, termina.
Estrenaron a finales de 2020, pero la gira está parada, con funciones pospuestas y pendientes nuevas fechas.