El legado del pintor torrecampeño Alfonso Parras ha sido retirado del edificio del antiguo Banco de España, en cumplimiento del decreto firmado por el alcalde, Javier Márquez, ante la incapacidad de mantenerlo en condiciones óptimas de conservación y visita en el edificio de Moneo.
El ex alcalde, José Enrique Fernández de Moya, fue quien pidió a la familia el legado en 2015, “expresamente para la ciudad en plenas elecciones municipales”, como recuerda la edil socialista María del Mar Shaw, que lamenta que “Jaén un patrimonio sin precedentes”.
Los herederos del artista torrecampeño, cuyos paisajes jienenses son de una belleza y una ejecución espectaculares, han de hacerse cargo ahora del almacenamiento de la obra pictórica. “Había muchas formas de seguir contando con esta colección, bien apostando directamente el Ayuntamiento por la cultura del mismo modo que hay dinero para otras muchas cosas o bien con fórmulas como el mecenazgo de instituciones y entidades como le propusimos desde el PSOE. Todo para evitar este triste final”, reconoce Shaw.
Igualmente, recuerda que detrás de este episodio se esconde una “absoluta falta de gestión y aprovechamiento de una joya como el edificio de Moneo, que no tiene vida cultural a pesar de encontrarse en un emplazamiento privilegiado”. Shaw dice: “Muy al contrario, se ha convertido en un edificio asolado por el PP, incapaz de darle vida cultural”.
Esta situación ha abierto el debate sobre el uso que se dará a las instalaciones. La socialista pregunta al alcalde qué uso social va a darle ahora una vez que la exposición de Parras se ha retirado, porque “el edificio ha sido asolado por el PP en los últimos años”.
Recuerda que se encuentra en un barrio de “gran pujanza demográfica, con mucha población joven necesitada de alternativas” y lamenta que el edificio de Moneo “quede vacío y se deje al albur de una nueva ocurrencia de Márquez”.
Los socialistas siguen reconociendo que una exposición permanente del pintor era “buena para la ciudad y era el mejor homenaje que se le podía hacer, que su obra estuviera bien cuidada y al servicio de la gente de Jaén, que se organizaran visitas de escolares y otros colectivos, que la sala estuviera muy transitada, viva y no cerrada a cal y canto como ha estado, a 35 grados en verano y a 9 grados en invierno”.
