Miguel Ángel Karames confiesa que Jaén le ha tratado bien profesionalmente y ahora él trabaja por devolver a la ciudad el gusto por la cultura y por dignificar la profesión, ya que para muchos actores vivir del teatro es una moderna esclavitud.
Está al frente de una escuela de espectadores ¿Por qué era necesaria?
–Hay que formar al público. Se creó hace cuatro años porque entendíamos que es difícil que se demande algo si no se conoce. Como actor consigues mantener un contacto directo con el espectador. Los espectadores están de moda y son los que se dejan el dinero. Hay que alfabetizarlos. Trabajamos con ellos en la quinta planta de la Universidad Popular y suelen acudir personas con inquietudes.
¿Se ha conseguido el objetivo?
–Estamos en ello, porque el objetivo es llegar al público que no demanda espectáculos culturales o los desconoce.
¿Pero en Jaén no se demandan espectáculos?
–En España en general tenemos el porcentaje más bajo de Europa en asistencia a espectáculos en vivo, llegando al 17% de la población que va una vez año.
¿Hay suficientes compañías de teatro en la ciudad?
–Existen en torno a diez profesionales y en principio es una cantidad suficiente, pero también hay el mismo número de compañías no profesionales.
¿Qué demandan?
–Quieren espacios públicos como lugares de creación y ensayos.
¿Qué reputación tienen las compañías de Jaén?
–Las compañías de Jaén son conocidas a nivel provincial. Salir de la provincia es bastante complicado, pero no imposible porque estamos trabajando. Es un proceso lento. Sería todo más fácil si tuviéramos más ayuda a la hora de contar con espacios públicos como lugares de creación o que las compañías tuvieran espacios propios.
¿El Infanta Leonor se llenaría ante la representación de obras de compañías de Jaén?
–Lo veo complicado. Sólo se ha conseguido con espectáculos de Acrobalia. Además es un teatro al que hay que echarle dinero. Tiene tarifas que van desde los mil a los siete mil euros. Para que una representación sea rentable habría que poner precios de entradas de más de 15 euros. En el Darymelia se da una fianza y en en la Universidad Popular se solicita el espacio.
¿Qué pasa con los espectáculos de danza?
–No cuajan y es algo que vengo detectando hace tiempo, también en danza contemporánea. Es un reflejo de que no se conoce. En Jaén funcionan bien los espectáculos de danza del vientre.
¿Hay buenos actores en la ciudad?
–Se ha creado una cantera y hay un buen nivel. Se están haciendo cosas interesantes.
¿Se pueden ganar la vida actuando?
–Es por lo que tenemos que trabajar, para que exista una posibilidad de vivir del teatro en Jaén.
¿Cómo os han afectado los recortes en Cultura y la crisis económica del espectador?
–La cultura ha sido uno de los sectores más afectados. Fue el primero en sufrir los recortes y seguramente será el último en salir de esta situación. Hacía falta que se generara una respuesta por parte de los actores y con la muestra Escena Jaén se ha conseguido (27 febrero a 29 de marzo).¿Cuál es la perspectiva laboral en Jaén?–Complicada. Por el paro estructural del 60%, acudir al teatro o algún espectáculo cultural es lamentablemente una actividad económica secundaria. En Jaén viven del teatro media docena de personas. El resto malvive. Es una moderna esclavitud. No han habido muchos espacios destinados a la formación.
De los pocos es el laboratorio de la Universidad Popular
–El laboratorio de teatro de la sede Sabetay de la Universidad Popular Municipal cuenta ya con 45 alumnos aproximadamente y hay una docena que trabajan en proyectos y compañías de la ciudad. Hay buen nivel.
¿En qué trabaja con el laboratorio?
–Estamos con dos montajes y madurando el Otello que se representó el 27 de marzo. Queremos perfeccionarlo. Es una obra de excelencia. También trabajamos en 'La venganza de Don Mendo' y en 'Gorditas'. Antes de junio llegará al salón de actos de la Universidad Popular Municipal. En el Laboratorio me vuelco mucho en la técnica. En estos 17 años he tratado con maestros del teatro a nivel internacional. Siempre me ha interesado traer a Jaén teatro de máscara y técnica vocal.
¿Dirección o interpretación?
–Se dan la mano en la dificultad. Me quedo con la dirección aunque no es muy conocida en Jaén. El director de teatro es el autor y creador del espectáculo y su peso es fundamental. No está muy reconocido en la ciudad. La mayoría de los directores son actores que dan el paso a la dirección, pero sin formación.
¿Es momento para la creación?
–Estamos viviendo la edad de plata de la creación. No sé si habrá una continuidad. El problema es que las compañías amateur y las profesionales están muy mezcladas.
Y eso no es bueno
–Hay mucho ruido entre ambas. Tenemos que trabajar con los medios de comunicación para dar mayor promoción a eventos culturales.
¿Por qué existe Baraka Project?
–Se creó en 2008 como una plataforma de artistas. Abarcamos campos artísticos desde audiovisuales, musicales, fotografías, jardinería creativa y artes plásticas. Estamos en torno a 40 personas, casi todas de Jaén y provincia, y de Granada y Sevilla. Ayudamos en los trámites legales para cualquier actividad artística, para la regularización de los actores y para crear una oferta propia, como Escena Jaén o Escena Aula.
¿En qué trabajan ahora?
–Los días 10 y 11 de junio, con Acrobalia, llevamos al Infanta Leonor el espectáculo ‘En clave de sol’.
¿Cantidad de programación o calidad?
–Es el momento de apostar por la calidad. Tenemos una gran cantidad de actividades. Hay que apostar por la calidad y potenciar actividades para respaldarlas.
