Las defensas de los acusados por el robo de 1.000 kilos de hachís en la sede de Aduana onubense la Nochevieja de 2012 han solicitado la libre absolución de sus clientes porque consideran que las pruebas contra ellos no han sido ratificadas en el juicio y han incidido en la vulneración de derechos fundamentales.
Durante la última sesión del juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva y que ha quedado visto para sentencia, las partes han expuesto sus conclusiones, aunque hay que destacar que algunas han hecho modificaciones. En concreto, la de la defensa de F.J.L., el vigilante de seguridad implicado en la causa, y la de la Fiscalía con respecto a éste.
En este sentido, la defensa del vigilante ha mantenido la petición de absolución, pero ha puntualizado que, si no es así, se reconoce subsidiariamente la existencia de un delito contra la salud pública y otro de hurto; aceptando por el primero la pena de seis meses de cárcel y por el segundo la absolución al considerar que "su colaboración en el segundo se presta en circunstancias de coacción".
De otro lado, el Ministerio Fiscal ha rebajado la petición de pena, al estimarle al vigilante la atenuante analógica que pasa por aceptar que fue coaccionado, para los delitos de hurto continuado, de 18 meses a 15 meses y un día; por el de robo de tres a los años y por un delito contra la salud pública de tres años y seis meses, a tres años.
Asimismo, a otros tres implicados en la causa, por presuntamente facilitar al vigilante información sobre personas que podían venderle la droga sustraída antes del robo de Nochevieja, les ha aplicado la atenuante de toxicomanía, por lo que también supone una petición de penas menores.
Por su parte, la Fiscalía ha defendido en su alegato que durante el juicio ha quedado probado la participación de los acusados en los hechos, aspecto que contrasta con las argumentaciones de las distintas defensas, que inciden en la absolución y en la petición de nulidad de diferentes autos obrantes en el procedimiento puesto que consideran que se ha producido vulneración de derechos fundamentales.
SEGURIDAD DE LAS INSTALACIONES
Por otro lado, en la sesión el jefe de Vigilancia Aduanera de Huelva ha indicado la falta de seguridad que existía en las instalaciones, de la que informó en "varias ocasiones" y ha señalado incluso que la puerta del búnker en la que se almacenaba la droga podía abrirse "con un empujón".
En este sentido, ha reiterado que él mismo "en varias ocasiones" informó sobre la falta de seguridad de las instalaciones. Ha explicado el Jefe de Aduana que lo normal es que la droga fuera transportada hasta la incineradora de Cogersa (Asturias) que es la que tiene contrato con el Ministerio de Interior. Sin embargo, ha apuntado que le consta de que, antes de que él llegara, se hacía en las instalaciones de la fundición de Atlantic Copper y él en el cargo, al menos en dos ocasiones, en la cementera de Niebla.
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