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Huelva

La valentía de ‘La trova’ salva una sesión muy poco católica

'La chirigota de Jesuli' cumple con el descaro que se le presuponía, pero dejan un sabor agridulce en una arriesgada representación

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  • La chirigota de Jesuli -

En esto de la literatura carnavalera es habitual que la valentía se afine con temas generales, sin demasiados riesgos contra lo local, o con el Carnaval cantándole al propio Carnaval entre dimes y diretes. Pero lo local socialmente hablando debería tener más protagonismo. Por eso, la letra cantada en la quinta sesión por la comparsa de Diego Vega, ‘La trova’, en su segundo pasodoble merece ser destacada como lo más  relevante de la noche del jueves. Una dura crítica bien transmitida por las voces, con la que cargan sin tapujos contra el despilfarro y el boato de la coronación de La Victoria, relacionándolo con las contradicciones de la Iglesia y los suyos y el amor mal entendido. Letrón. Valentía implicada con el lugar de origen. Eso es Carnaval. ‘Letrón’.
   Otro aspecto especialmente reseñable fue la actuación de la agrupación de Diego Ortiz y David Bernal, ‘La chirigota de Jesuli’. Discípulos de ‘Jesulicristo’ que cumplieron con el descaro que se les suponía, pero que dejaron un sabor agridulce en la defensa del tipo y la representación. Después de años anteriores siendo la revelación del concurso, su puesta en escena de este miércoles no los acaba de situar como una de las punteras de la ciudad. Son sólo una más. Quede claro que el tipo tenía muchos riesgos para ofrecer unos puntos originales, y el chiste fácil se mezcló demasiado con el ingenio que, por momentos, sí tomó protagonismo. Pese a todo, su irreverencia dará que hablar. Y mucho. Pero si aspiran en próximas ediciones del concurso a ser algo más que la agrupación del descaro y la provocación chirigotera, tendrán que dar pasos adelante en juego de voces e interpretación. Eso se esperaba de ellos este año. Y en preliminares no ocurrió, dejando una actuación no del todo como Dios manda.
   Del resto de la sesión, decir que la noche del miércoles no pasará a los anales del concurso onubense. Hasta ahora la más floja de lo que va de concurso 2013. la noche se inició con ‘La hermandad’, comparsa de Alcalá de Guadaíra, grupo  que decidió cambiar de modalidad respecto al pasado año, cuando llegaron a Huelva como chirigota. Buenas intenciones de un grupo de rastafaris jamaicanos que aprovecharon el tipo para dar un nuevo tirón de orejas a las miserias del sistema. Momentos de buen ritmo musical en parte del popurrí para completar una actuación digna.
   Por su parte, ‘El trabalenguas’, comparsa de Valverde del Camino, hizo una original representación del dios Baco pero con resaca. Lo más auténtico, el pasodoble dedicado a la formación en la Universidad de Huelva. Y el debut de la chirigota de Gibraleón ‘Con más caló que ojú’ dio un punto refrescante a la sesión, con una representación que dejó más de un momento bueno de soniquete clásico chirigotero.

 

La hermandad


Rítmica presentación la de esta comparsa, el año pasado chirigota, que con tipo de rastafaris dan un toque alegre a una representación en la que dedicaron el primer pasodoble a Huelva, y el segundo dura crítica a la actuación policial en las manifestacione. Simpáticos cuplés, y rítmica presentación.

La chirigota de Jesuli

Cara dura es poco. Apóstoles de Jesulicristo, que en la presentación usan la ironía en su pura esencia para, entre otras cosas, explicar po qué no salen en Semana Santa. "Porque siempre está lloviendo". Pasodoble al tipo explicando su presencia cristiana en los carnavales. Lectura del segundo pasodoble. Jesucristo ha ganado unos kilos, y es que 2013 años dan para mucho tocino de cielo, San Marcos, San Jacobos, langostinos de Sanlúcar... San Pedro, como Dios manda, da la entrada a los cuplés. No acaban de engachar al público. Se esperaba más de ellos. Su particular y chirigotera visión de la aventura de Jesucristo para un popurrí con alguna que otra cuarteta que hizo reir por el descaro de los descomponentes. No es por ser pesado. Pero se esperaba más de ellos.

El trabalenguas

El dios Baco se presenta de resaca en el Gran Teatro, de ahí lo del. Cantan parte de la presentación con ese recurso. No es fácil. Crítica a las normas de Cádiz y a las restricciones que supone para muchas agrupaciones que quieren cantar en más concursos. Puesta en valor de la afición carnavalera en Huelva, Carnaval con sus puertas abiertas para todo el que quiera entrar. La formación en la Universidad de Huelva se pone en valor en la letra del segundo pasodoble. Original temática. Muy original. Cuplés. Primero para las reformas que el Papa Benedicto está llevando a cabo en la iglesia, con los reyes magos andaluces como giro final. "Eso explica que sólo trabajen un día al año...". En el segundo, lección sobre cómo poner la lengua para pronunciar bien, con final en trabalenguas. El trabalenguas del estribillo, dificilísimo y bien defendido . Borrachera de popurrí. Digna comparsa.

Con más caló que ojú

Refrescante chirigota que llega de Gibraleón. Vendedores de helados que en el primer pasodoble hacen un poético repaso por los sabores, y en el segundo letra contra los malditos recortes y la lucha por el futuro a la que ni se puede ni se debe renunciar. Soniquete clásico. Bien para estar debutando. El estribillo de los cuplés, acompañado con palmas por el público del Gran Teatro. No cantan mal, pero falta algo de gracia en la letra y la representación. El popurrí, lo mejor de la actuación con cuartetas refrescantes y bien engarzadas. Bien.

La trova

Fuertes. Diego Vega regresa con claras intenciones de hacer notar su vuelta a las tablas. Trova medieval. Toca decir verdades. Aroma clásico en el escenario. Huelva, protagonista absoluta del primer pasodoble. Buen paseo de voces en un poético piropo. Música que mece. Despacito. Final abajo. Gusta. Llega la valentía. Pedazo de letra sobre  el despilfarro que trajo consigo la coronación de la Victoria y las contradicciones de la Iglesia y lo que le rodea. Letrón. Los cuplés lo refrendan con un romántico estribillo. La línea literaria valiente sigue en el popurrí. Tocaba decir verdades. Y más de una han dicho. Bien. Ovación del público.

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