Científicos y ecologistas coinciden en afirmar que el Espacio Natural de Doñana pasa en la actualidad por un momento complicado de su historia, algo que ha llevado a la Unesco a advertir de que de no revertirse la situación se podrían crear las circunstancias para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro.
La influencia del cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la sobreexplotación de su acuífero y la repercusión que en ello podría tener la proposición de Ley para la mejora de la ordenación de regadíos de la Corona Norte que se tramita en el Parlamento andaluz son las cuestiones que se señalan como causas de dicha situación.
El germen habría que buscarlo en su creación, según explica a EFE Luis Santamaría, responsable científico del proyecto europeo WaterLands en la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), en la que ya existe "un problema de base" pues "se protege un área en muy buen estado pero se rodea de uso intensivo del territorio, tanto turístico como agrícola, que crece cuanto más famosa se hace la marca Doñana", indica.
Esto ha llevado al espacio natural a ir "acumulando degradación", a la que "se ha sumado la sobreexplotación del acuífero" llegando a un "estado actual de degradación continuada que empieza a estar cerca de un punto de no retorno".
Un momento que para organizaciones como WWF podría ser "el peor de su historia", según el responsable de la Oficina Técnica de Doñana, Juanjo Carmona, porque "los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y de la EBD-CSIC así lo confirman".
Como ejemplo, apunta que la propia EBD-CSIC ha informado este verano de que por segundo año consecutivo se ha secado la laguna más grande de Doñana, la de Santa Olalla, algo que es la primera vez que ocurre desde que se tienen registros; y que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en su último informe, señala que "el acuífero está en su peor momento".
El documento indica que de los 16 sectores en los que se divide el acuífero, tres se hallan en estado de 'prealerta', cuatro en estado de 'alerta' y nueve en 'alarma'.
Tanto Santamaría como Carmona entienden que hay una razón estructural para esta situación derivada del corte de entradas de agua a la marisma, de la sobreexplotación del acuífero y de una mala gestión del agua en el entorno; y otra cuestión coyuntural que es la sequía de los últimos dos años, y la disminución de precipitaciones que ya va a ser normal en la zona por el cambio climático.
Toda esto, apunta Luis Santamaría, influye en la biodiversidad del espacio natural donde "las comunidades acuáticas están muy degradadas, ha descendido drásticamente el número de aves acúaticas invernantes, la vegetación está muy afectada e incluso especies clave como el águila imperial y el lince están sufriendo por la falta de presas como el conejo y ganso; estamos en un momento delicado porque las condiciones actuales no permiten el mantenimiento de un espacio de la calidad que tiene Doñana", abunda.
Para poder comenzar a revertir la situación, el científico cree necesario aplicar medidas ya diseñadas como el Plan Especial de Ordenación de Regadíos de la Corona Forestal de Doñana o diseñar un Plan de Desarrollo Sostenible que reduzca la presión de los distintos usos -turísticos, agrícolas o ganaderos- sobre el espacio.
Y desechar cuestiones como la proposición de Ley de mejora de regadíos de la Corona Norte porque es una medida que realmente "va en la dirección opuesta" a lo que necesita el espacio, "le haría un daño grave pero mucho más por lo que significa que por el daño directo ya que manda la señal de que hacer las cosas ilegalmente funciona porque se acaban legalizando, lo que va a impedir a posteriori realizar ningún ajuste para hacer más sostenible el desarrollo".
Algo esto último, en el que el mundo científico también coincide con el ecologista, es necesario dar marcha atrás en esa proposición de Ley y, según el representante de WWF, afrontar "el reto de gestionar mejor el agua que llega a Doñana", apunta Carmona.
En el caso del agua superficial ya se está trabajando con el Ministerio para la Transición Ecológica para que el Guadiamar "vuelva a llevar sus aguas hasta el corazón de la marisma"; y en el caso de las subterráneas "hay que eliminar fincas y pozos ilegales para poder recuperar el acuífero" y cerrar los pozos que surten al núcleo costero de Matalascañas, en Almonte (Huelva): "Son soluciones conocidas lo importante es ponerlas en marcha de manera urgente".
El diagnóstico es claro y algunas de las soluciones están sobre la mesa; soluciones que deben de contar con la implicación de todas las administraciones remando en el mismo sentido para conseguir que Doñana no llegue a ese punto de no retorno y salvaguarde los valores únicos que la llevaron a ser Patrimonio de la Humanidad.