La Mesa de la Ría ha presentado alegaciones al proyecto de recrecimiento de las presas de residuos de la mina de Riotinto, que cuenta ya -a la espera de ser confirmada- con una propuesta de resolución favorable de la Junta, incidiendo en que existen informes de pronostican sus rotura.
El proyecto de Atalaya, propietaria de la mina, sometido a información pública plantea recrecer las balsas de residuos mineros de Riotinto en sus muros, unos 42 metros, hasta alcanzar una altura de talud de contención de unos 150 metros.
Según han indicado desde la Mesa de la Ría en un comunicado, "sería el equivalente a un rascacielos de unas 50 plantas", además, se haría en contra de un informe del Instituto Geológico Minero que manifiesta que: "Sería recomendable realizar autorizaciones parciales progresivas al proyecto de recrecimiento y no una autorización única hasta la cota final proyectada (417 metros sobre el nivel del mar), con el fin de comprobar durante la fase de construcción las indeterminaciones o hipótesis de cálculo realizadas en la fase de proyecto y que atañen los cálculos de estabilidad propuestos".
Estas balsas de lodos estériles, denominadas Gossan, Cobre y Aguzadera, son un único conjunto que ocupa 595 hectáreas y albergan en su conjunto unos 240 millones de toneladas de lodos tóxicos, que con esta ampliación alcanzarían los 400 millones de toneladas, 30 veces el volumen de tóxicos vertidos en el desastre de Aznalcóllar.
En este sentido, Mesa de la Ría ha presentado alegaciones a la Junta donde alerta de que existen dos informes técnicos que pronosticaban la rotura de los muros y sus efectos, una ola tóxica en el río Odiel, que la administración andaluza no tiene en cuenta.
Un informe encargado por la propia empresa minera en 2014 ya advertía de que la ola de lodos tóxicos arrasaría toda la cuenca del Odiel, incluyendo poblaciones como Gibraleón, barriadas bajas de la ciudad de Huelva, infraestructuras estratégicas como el Puerto de Huelva, arrasando la reserva de la biosfera de Marismas del Odiel y extendiendo la contaminación hasta las costas de Doñana.
Según el presidente de Mesa de la Ría, Juan Manuel Buendía, "ambos informes siguen siendo ignorados por la Junta", y lo que es más grave, "los recrecimientos de las balsas de lodos propuestos por la empresa Atalaya amplían la inclinación de los taludes de contención de las antiguas balsas, muy por encima del ángulo máximo recomendado por la Comisión Europea, suponiendo un grave riesgo adicional de rotura de las mismas".