El Colegio de Abogados de Granada ha expresado en un comunicado su más profundo pesar por el fallecimiento este martes de Eduardo Torres, que fuera su decano desde 2011 a 2018, y destacado miembro de la abogacía granadina, andaluza y española desde su colegiación en 1981.
Decano emérito de esta corporación, su desaparición es una "triste noticia" ante la que el Colegio de Abogados no puede "sino trasladar" sus "más sinceras condolencias y todo nuestro afecto y ánimo a sus familiares y allegados, especialmente a su mujer e hijos, y manifestar el vacío que deja su pérdida en el colectivo tanto a nivel profesional, como personal".
Conocido letrado durante más de 40 años, en los que fundó su despacho Torres y Asociados, "mayor es la huella que deja fuera del ámbito laboral este pamplonés de nacimiento y granadino de adopción por su buen talante e inteligente humor".
"Despedimos con abatimiento al colegiado número 1.844, un referente de la abogacía institucional que dedicó gran parte de su carrera a representar a la profesión que nos consta que amaba y a luchar por los intereses de sus compañeros, una ardua misión que desempeñó con solvencia en su etapa como decano del Ilustre Colegio de Abogados de Granada" y "en los 16 años previos en los que fue miembro de la junta de gobierno de la corporación".
Así lo han señalado desde el Colegio de Abogados de Granada, que ha apuntado también a su participación desde "los diferentes cargos institucionales que ostentó como consejero del Consejo Andaluz de Colegios de Abogados o el Consejo General de la Abogacía Española, entre otros".
Al recibir la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort en 2018, Eduardo Torres manifestó que "nadie podría dudar de que se había dejado la vida, o una parte muy importante de ella, defendiendo a los colegiados, a los compañeros y a la profesión".