El presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao (Lugo), José Antonio Zan, ha confirmado que un 20 % de la plantilla ha votado ya en el referéndum convocado para aprobar el acuerdo alcanzado por la representación social con la multinacional estadounidense para reiniciar las negociaciones con la SEPI de cara a una posible venta de la planta de aluminio primario.

Zan confirmó que la votación está transcurriendo “con total normalidad” y sin ningún tipo “de incidente”.

Para evitar aglomeraciones, respetar la distancia de seguridad y cumplir las medidas de prevención frente a la covid-19, el comité ha colocado tres urnas a las puertas del comedor de la fábrica, donde los trabajadores pueden ejercer su derecho a voto.

A esta hora aún faltan todavía por votar los trabajadores de “tres turnos y los de jornada normal”, aunque al finalizar el día solo quedará pendiente “un turno” y los empleados de jornada ordinaria, ha dicho Zan.

Esos trabajadores tendrán la oportunidad de votar el viernes, día fijado para finalizar la consulta.

Salvo sorpresa, está previsto que los trabajadores de la plantilla de Alcoa en San Cibrao, formada por más de 1.100 personas, ratifiquen el acuerdo negociado por el comité.

En principio, la propuesta de acuerdo solo hace referencia a la planta de aluminio, no a la de alúmina, como planteaba el propio comité en su última contrapropuesta, presentada a finales de la semana pasada a la dirección de Alcoa.

Alcoa se compromete a remitirle a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), o alternativamente al Ministerio de Industria, una propuesta “de términos generales” para iniciar la negociación “no más tarde de dos semanas a partir de la firma de este acuerdo”.

El comité también ha informado de que Alcoa se compromete, además, a informar de “la evolución de dicho proceso” a la representación de los trabajadores, a la Xunta de Galicia y al Ministerio de Industria a través de una mesa multilateral que se reunirá una vez al mes.

Asimismo, ese acuerdo también garantiza que el complejo contará con “recursos adicionales” para su mantenimiento y para responder a las “necesidades productivas” y organizativas del complejo industrial; la incorporación a la plantilla de los trabajadores temporales y que no se apagarán las cubas de electrolisis.

Por otra parte, Alcoa se compromete a no adoptar “ninguna nueva medida extintiva de carácter colectivo, sustentada en las mismas, similares o diferentes causas” a las argumentadas “en el expediente impugnado y que se encuentra pendiente de recurso de casación”.

A cambio, ese acuerdo contempla la suspensión de la huelga indefinida que comenzó el pasado 4 de octubre y que, según cálculos de la propia multinacional, ha provocado pérdidas por valor de más de 10 millones de euros, dado que no ha salido aluminio del complejo industrial mariñano desde esa fecha.

Asimismo, el comité se compromete a mantener “la paz social” durante la “vigencia del presente acuerdo”.